Universos.....
BZEZINSKI: «Por primera vez en toda la Historia, la Humanidad está despertando»
El co-fundador de la Comisión Trilateral dice que las luchas internas entre los miembros de la elite, combinadas con el despertar de la humanidad en su conjunto, están poniendo en riesgo el movimiento hacia el gobierno mundial único.
En un reciente discurso en Montreal ante el Consejo de Relaciones Exteriores, el cofundador junto con David Rockefeller, de la Trilateral, y asistente regular a las reuniones del Club Bilderberg, alertó sobre que «el despertar político global» en combinación con las luchas intestinas entre los miembros de la elite estaban amenazando desbaratar el movimiento hacia un gobierno mundial.
Brzezinski explicó que el liderazgo político global se había convertido en «mucho más diversificado de lo que era hasta hace relativamente poco», y se notaba el ascenso de China como poder geopolítico y que el liderazgo global en el contexto de la G20 «tenía falta de unidad interna ya que muchos de sus miembros eran antagonistas en distintos frentes». En otras palabras, la elite global se debilita por luchas internas y ello bloquea los esfuerzos para rescatar la agenda de gobierno global, que parece estar fracasando en casi todos los frentes abiertos.
Brzezinski explicó posteriormente otro factor significativo: «Por primera vez en toda la historia la humanidad está despertando políticamente; esto es una realidad completamente nueva, no había ocurrido esto durante la mayor parte de la historia humana».
Objetivos del Club Bilderberg
Según Daniel Estulín, que los ha estado investigando y siguiéndoles la pista por el mundo durante varios años, sirviéndose de fuentes confidenciales, éstos serían los objetivos básicos del Grupo Bilderberg:
¿De dónde venimos? ¿Cómo llegamos a donde estamos hoy?
Durante décadas, las únicas pistas eran los escasos huesos y objetos desperdigados que nuestros ancestros dejaron tras de sí en sus viajes. Sin embargo, en los últimos 20 años, los científicos han encontrado un registro de las antiguas migraciones humanas en el ADN de la gente viva. "Cada gota de sangre humana contiene un libro de historia escrito en el idioma de nuestros genes", dice Spencer Wells, genetista poblacional y explorador residente de National Geographic.
El código genético humano, o genoma, es 99.9% idéntico en todas las personas del mundo. Lo que resta es el ADN responsable de nuestras diferencias individuales —el color de los ojos o el riesgo de padecer ciertas enfermedades, por ejemplo—, así como otros segmentos que en apariencia no tienen función. De vez en cuando, durante el proceso evolutivo puede ocurrir una mutación aleatoria e inofensiva en uno de tales segmentos, y luego es heredada a todos los descendientes de esa persona. Generaciones después, descubrir esa misma mutación, o marcador, en el ADN de dos personas indica que comparten un mismo antepasado. Así, al comparar marcadores en muchas poblaciones diferentes, los científicos pueden rastrear sus conexiones ancestrales.
En la mayor parte del genoma, estos pequeños cambios quedan ocultos por la reorganización genética que ocurre cada vez que el ADN de una madre y un padre se combinan para crear un hijo. Por fortuna, un par de regiones conserva las variaciones reveladoras. Una de ellas, llamada ADN mitocondrial (ADNmt), se transmite íntegra de la madre al hijo. De manera similar, la mayoría de los cromosomas Y, que determinan el sexo masculino, viajan intactos de padre a hijo.
Las mutaciones acumuladas en el ADNmt y en los cromosomas Y (en los hombres) constituyen tan sólo dos filamentos en el enorme tapiz de personas que han contribuido a formar un genoma individual. Sin embargo, al comparar el ADNmt los cromosomas Y en gente de poblaciones diferentes, los genetistas pueden formarse una idea general de dónde y cuándo se separaron estos grupos en las grandes migraciones del planeta.
.
A MEDIADOS DE LOS AÑOS 80, el finado Allan Willson y sus colegas de la Universidad de California, en Berkeley, utilizaron ADNmt para ubicar el hogar ancestral de la humanidad. Compararon el ADNmt de mujeres de todo el mundo y encontraron que aquellas de ascendencia africana mostraban el doble de diversidad que sus congéneres. Puesto que, al parecer, las mutaciones reveladoras ocurren a un ritmo estable, los humanos actuales (Homo sapiens) deben haber vivido en África el doble de tiempo de lo que han habitado en cualquier otro lugar. Hoy día, los científicos calculan que todos los humanos estamos emparentados con una mujer en particular, quien vivió hace unos 150 mil años en África, una "Eva mitocondrial". No era la única mujer viva en aquel entonces, pero si los genetistas están en lo correcto, toda la humanidad está ligada a esta Eva mediante una cadena matrilineal continua.
A la Eva mitocondrial pronto se le unió un "Adán cromosoma Y", de manera análoga, nuestro padre, también de África. Los estudios cada vez más precisos sobre el ADN han confirmado este capítulo inicial de nuestra historia una y otra vez: todas las personas de la Tierra en sus variadas formas y colores tienen una filiación ancestral con los cazadores-recolectores africanos.
Es probable que los científicos hayan encontrado rastros de estos fundadores: los marcadores de ADN ancestrales se presentan con mayor frecuencia entre los cazadores san (bosquimanos) del sur de África y los pigmeos de Biaka, asentados en el centro del continente, así como en algunas tribus del este de África. Es prácticamente un hecho que hace quizá unos 50 mil o 70 mil años una pequeña oleada de personas procedentes de África llegó a las costas del oeste de Asia. Todos los no africanos comparten los marcadores que portaban estos primeros emigrantes.
Algunos arqueólogos opinan que los emigrantes que partieron de África marcaron una revolución en la conducta, la cual incluía la fabricación de herramientas más complejas, la creación de redes sociales más amplias y las primeras muestras de arte. Quizá algún tipo de mutación neurológica condujo al desarrollo del lenguaje hablado, convirtiendo a nuestros ancestros en individuos completamente evolucionados, lo que encaminó a un pequeño grupo en la ruta para colonizar el mundo. Sin embargo, otros científicos han encontrado herramientas finamente trabajadas y otros rastros de conducta moderna diseminados en África mucho más antiguos que estos primeros pasos fuera del continente.
Cualesquiera que fueran los utensilios y habilidades cognitivas que los emigrantes hayan cargado consigo, había dos posibles caminos que llevaban a Asia. Uno conducía al valle del Nilo, a través de la península del Sinaí, y al norte hacia el Levante; pero también había otra ruta más atractiva: hace 70 mil años, la Tierra ingresaba en el último periodo glaciar y los niveles del mar descendían mientras las aguas quedaban atrapadas en los glaciares. En su parte más estrecha, la desembocadura del mar Rojo entre el Cuerno de África y Arabia pudo haber tenido sólo unos cuantos kilómetros de ancho. Los humanos modernos pudieron haberlo cruzado utilizando embarcaciones primitivas.
.
LA EVIDENCIA GENÉTICA sugiere que, una vez en Asia, la población se dividió. Un grupo se estableció temporalmente en Oriente Medio, en tanto que el otro siguió la costa que rodea la península Arábiga, hasta India y más allá.
Al transcurrir los milenios, se sumaron al trayecto unos cuantos pasos al año y algunos viajes en bote. Los nómadas llegaron al sureste de Australia hace unos 45 mil años, según indican los restos de un hombre hallados en un sitio denominado lago Mungo. Las capas de tierra bajo la tumba y los objetos enterrados en ellas podrían tener hasta 50 mil años de antigüedad, la evidencia más remota de humanos actuales lejos de África.
Aunque no se ha encontrado vestigio alguno de estas personas en los 13 mil kilómetros que hay entre África y Australia, los rastros genéticos perduran. Algunas etnias de las islas Andaman cercanas a Myanmar, así como de Malasia y de Papúa Nueva Guinea, y casi todos los aborígenes de Australia, son portadores de las señales de un linaje mitocondrial antiguo.
La gente del resto de Asia y Europa comparte linajes de ADNmt y cromosomas Y diferentes pero igualmente antiguos, que los convierten en descendientes de la otra rama del éxodo africano, la que se asentó. Al principio, el terreno accidentado y el clima del periodo glaciar obstaculizaron su avance. Además, Europa era una fortaleza para los hombres de Neandertal, descendientes de una migración anterior de humanos premodernos procedentes de África.
Finalmente, quizá hace unos 40 mil años, los humanos actuales avanzaron hacia el territorio de los hombres de Neandertal. Las capas superpuestas de objetos de los primeros humanos modernos y de los neandertales en una cueva de Francia sugieren que las dos especies de humanos pudieron haberse conocido. Aún es un misterio la forma en que estos dos grupos interactuaron. ¿Pelearon, socializaron o se excluyeron mutuamente al percibirse como seres extraños?
Todo lo que sabemos es que, conforme los humanos actuales y sus herramientas más complejas se dispersaron por Europa, los alguna vez ubicuos neandertales quedaron replegados en pequeños habitáculos que con el tiempo desaparecieron por completo. Según la evidencia actual, los dos grupos rara vez se mezclaron.
.
Los estudios del ADN han confirmado que todos los humanos, en nuestras variadas formas y colores, tenemos una filiación
con los cazadores-recolectores africanos que vivieron hace unos 150 mil años.
.
AL MISMO TIEMPO QUE LOS HUMANOS ACTUALES avanzaban hacia Europa, algunos miembros de aquel grupo que se había detenido en Oriente Medio se dispersaron hacia el este, rumbo al centro de Asia. Siguiendo las manadas de animales y bordeando las cadenas montañosas y los desiertos, llegaron al sur de Siberia hace casi 40 mil años. Conforme las poblaciones se separaban y se aislaban, sus linajes genéticos también se dividían en varias ramas, pero el aislamiento nunca fue del todo completo.
El poblamiento de América/Abya Ayala es uno de los capítulos más recientes, así como de los más polémicos de la historia de la humanidad. Al parecer, el tema atrae teorías fantásticas, por ejemplo, que los nativos americanos son los descendientes de antiguos israelitas o de la civilización perdida de la Atlántida.
De hecho, la mayoría de los científicos concuerda en que los nativos americanos actuales descienden de los antiguos asiáticos que cruzaron desde Liberia hacia Alaska durante el último período glaciar, cuando el bajo nivel del mar pudo haber dejado al descubierto un puente de tierra entre los continentes. Sin embargo, existe un gran debate acerca de cuándo llegaron a América y desde qué parte de Asia.
Durante décadas se pensó que los primeros americanos llegaron hace 13 mil años, cuando el periodo glaciar terminó y abrió un camino a través del hielo que cubría a Canadá. No obstante, algunos arqueólogos aseguraban tener evidencias de una llegada anterior, basados en el descubrimiento de dos sitios arqueológicos: Meadowcroft Shelter, en Pensilvania, que ahora se cree data de hace 16 mil años, y Monte Verde, en el sur de Chile, con más de 14 mil años de antigüedad.
El ADN de los indígenas americanos puede ayudar a resolver algunas de las controversias. La mayoría de ellos porta marcadores genéticos que los vinculan claramente con Asia. Los mismos marcadores se agrupan en personas que hoy día habitan en la región de Altay, en el sur de Liberia, lo que sugiere que ese fue el punto de partida de un viaje a través del puente de tierra. Hasta ahora, la evidencia genética no muestra si el norte y el sur de América fueron poblados en una sola migración o en dos o tres oleadas distintas, y tan sólo sugiere una escala aproximada de fechas que fluctúan entre 20 mil y 15 mil años atrás.
Incluso la más cercana de estas fechas es anterior a la apertura de una ruta terrestre a través del hielo en Canadá. ¿Cómo llegaron entonces los primeros americanos? Probablemente viajaron siguiendo la costa; quizá unos cientos pasaron de una extensión de tierra a otra que les ofreciera sustento, entre un océano glacial y una imponente muralla de hielo. "Tal vez la forma más fácil de entrar fue una ruta costera, pero aun así, debió de haber sido un viaje muy difícil", sugiere Wells.
Más allá de los glaciares, había inmensas manadas de bisontes, mamuts y otros animales en un continente ajeno a predadores inteligentes. Desplazados por el crecimiento de la población o atraídos por la caza de animales, los humanos se dispersaron hasta la punta de América del Sur en tan sólo mil años.
Los genes de los indígenas americanos actuales ayudan a revivir la saga de sus ancestros. Sin embargo, una gran parte de la historia sólo puede ser imaginada, explica Jody Hey, genetista poblacional de la Universidad Rutgers.
Al poblar América, los humanos actuales habían conquistado la mayor parte del planeta. Cuando los exploradores europeos se hicieron a la mar hace 700 años, las tierras que "descubrieron" ya estaban llenas de gente. Los encuentros fueron a menudo cautelosos o violentos, pero eran, genéticamente hablando, reuniones de una familia muy unida.
Quizá la historia más maravillosa que oculten nuestros genes sea que, cuando el intrincado nudo de nuestra diversidad genética global se desenrede, nos conducirá de regreso a un ayer reciente, juntos en África.
LA HISTORIA DE UN CROMOSOMA
Las mutaciones genéticas pueden rastrear nuestro pasado. La primera mutación conocida que salió de África es la M168, y surgió hace 50 mil años. El cromosoma Y de un indígena americano con varias mutaciones, incluida la M168, demuestra su ascendencia africana.
Para el estudio de la historia evolutiva humana, la paleontología ha definido al hombre actual y todo su linaje de antecesores directos y paralelos dentro de una misma clasificación, homínido. Un homínido es en términos estrictos, un primate bípedo, con un aparato dental que se reduce en comparación con los grandes simios y que muestra cierta tendencia al crecimiento cerebral en la evolución. Dentro de la gran clasificación biológica, todos los homínidos conforman una sola familia, y el ejemplar más antiguo de la misma, datado por el registro fósil pertencece al género ardipithecus y a la especie ramidus, ardipithecus ramidus, y se le fecha con una antigüedad de 5 millones de años aproximadamente.
El género que nos ocupa apareció 2.5 millones de años después, nos referimos al género homo, cuyo primer representante es conocido como homo habilis y se diferencia de todos sus antecesores por ser el primero en hallarse asociado a material de carácter arqueológico, unas pequeñas herramientas llamadas olduvayenses.
Fue hasta hace 200 mil años , cuando aparece la especie que nos interesa, el homo sapiens, también conocido como hombre moderno, género y especie a las cuales pertenecemos todos los humanos actuales.
Como ya hemos dicho, el hombre moderno en realidad constituye una sola especie, ¿pero en qué sentido hablamos cuándo nos referimos a especie? Ya que existen 3 categorías para definir este concepto, es útil fijarnos dentro de qué ámbito estamos estudiando a la especie humana. Existe por una lado el concepto de especie biológica, que hace referencia principal a la característica que manifiesta un grupo de individuos de poder reproducirse entre sí con descendencia fértil; por otro lado tenemos el concepto de especie ecológica que añade al concepto anterior, la característica de que estos individuos habiten en un mismo ecosistema; y por último tenemos el concepto de especie paleontológica, que al no poder corroborar la parte biológica de reproducción, ya que la paleontología se centra en mayor parte en especies ya extintas, hace referencia a individuos que tienden a tener semejanzas morfológicas, es decir constituciones físicas similares.
En el caso del hombre moderno u homo sapiens, este podría definirse como especie biológica en relación a la biodiversidad actual, o bien como especie paleontológica en relación con el resto de los homínidos.
Las teorías de las que hablaremos en párrafos siguientes se centran especialmente en el origen del homo sapiens y los caminos que tuvo que seguir para poblar el mundo. Por lo que por la antigüedad de las fechas a las que nos referiremos y a la certeza de que pudo convivir con otros homínidos durante los años a que nos referiremos, cabría encajar al homo sapiens más bien como una especie paleontológica.
La paleoantropología
Las primeras teorías que describiremos tienen su base en las fuentes paleoantropológicas, mismas en las que se ha apoyado principalmente la Antropología Física para hablar de las rutas evolutivas y expansivas del hombre. Pero antes de comenzar a hablar de estas teorías, cabe hacer una rápida mención de lo que es la Paleoantropología dentro de la construcción epistemológica de las ciencias.
La Paleoantropología, como fusión de la Paleontología y la Antropología, centra su estudio en el origen y evolución de los seres humanos en relación con su evolución cultural, diferenciándose de otra disciplina conocida como Paleontología Humana, que se centra sólo en los orígenes y evolución humana, pero sin tomar en cuenta los factores culturales. Para sus estudios, la Paleoantropología hecha mano del registro fósil, es decir, de las huellas de lo antiguo, las marcas que mediante diversos procesos geológicos se nos presentan hoy día como vestigios de lo muy remoto, situado en el pasado que de la Tierra que por otro modo nos resultaría incognoscible.
Tomando como evidencia material este registro fósil, la Paleoantropología echa mano de diferentes opciones metodológicas, apoyadas en premisas físicas y químico orgánicas, para la fechación de dicho material. Las más conocidas herramientas para fechación empleadas por esta disciplina son: la prueba de Carbono 14, útil únicamente para fechar hasta una antigüedad de 50 000 años, la termoluminicencia, el potasio argón y le toba volcánica, considerada como el método más eficaz para el fechamiento del género homo.
Con base en el citado registro fósil y a raíz de los resultados obtenidos por las técnicas nombradas, han surgido dentro del ámbito paleoantropológico dos tipos de teorías sobre el origen del hombre moderno. Las teorías del origen multirregional, que defienden la posibilidad de que las poblaciones de homo sapiens surgieron en los lugares mismo donde se encuentran hoy día, y las teorías del origen africano, que sitúan la aparición del homo sapiens, una única vez, en el continente africano, hace aproximadamente 200 000 años.
Debido a que es la más aceptada por el ámbito antropológico, además de ser la que contiene mayor lógica y bases científicas, describiremos únicamente la teoría del origen africano, que más adelante nos servirá de punto de comparación con las posturas genetistas respecto del tema.
Teoría del arca de Noé
La teoría del origen africano que propone la Paleoantropología es también conocida como teoría del arca de Noé, en alusión a la narrativa bíblica, esta teoría propone básicamente un origen único, dado una sola vez, del homo sapiens y con base en el registro fósil, dicho origen se situó en un lugar de África conocido como el valle de Ommo. A continuación describimos la evidencia fósil existente que sustenta esta teoría y las posibles rutas que se propone debió seguir el homo sapiens para lograr el doblamiento del mundo.
El fósil de Homo Sapiens más antiguo que se ha encontrado data de unos 195 000 a 200 000 años a. P. y fue encontrado en Etiopía, es conocido como el hombre de Ommo, su fechación fue realizada con el método de termoluminicencia. El siguiente fósil más antiguo encontrado es el Homo Sapiens Idaltu, hallado también en Etiopía, en un lugar llamado Herto y con una antigüedad aproximada de 154 000 años. Siguiendo la cronología del más antiguo al más reciente, se ha encontrado otros restos de homo sapiens en Sudáfrica, a orillas del río Klasiers, con una antigüedad de 120 000 y 100 000 años, en Sudáfrica se han encontrado también unas huellas fosilizadas de homo sapiens con aproximadamente 117 000 años de antigüedad.
Debido a estos primeros datos, que representan los restos más antiguos encontrados hasta la fecha, de homo sapiens y debido también a que han sido todos hallados en África, se sostiene que el hombre moderno apareció en este continente hace 200 000 años, y que es descendiente del Homo Rodesiensis, el cual habitó este continente entre 500 000 y 200 000 años a. P.
Fuera de África los restos más antiguos que se han hallado de esta especie, se encuentran en Israel, con una antigüedad de 100 000 años aproximadamente, en las cuevas del Monte Carmelo. Otros restos han sido hallados en el sur de China con una antigüedad de 60 000 años y en Australia con una antigüedad de 61 000 años, este último conocido como Homo Sapiens de Mungo. En Europa los restos más antiguos que se han encontrado en Rumania y datan de 36 000 años a. P. Por otro lado, en Liberia y el norte de China se han encontrado restos óseos con características mongoloides de unos 20 a 30 mil años de antigüedad.
Para los paleoantropólogos, esta evidencia lo que nos dice es que hubo dos migraciones de homo sapiens fuera de África, la primera (no exitosa) hace 100 000 años, como nos muestran los restos hallados en Israel, y la segunda (sí exitosa, y de la cual se derivaría el resto del doblamiento mundial) que se dio hace aproximadamente 60 000 años. Partiendo en ambos casos del Este de África y pasando por la península arábiga, sin rastro alguno de que estos primeros hombres pasaran a través del mediterráneo.
En cuanto al poblamiento de América, los datos aun son muy dudosos, casos como el hombre de Chimalhuacan y el hombre de Tepexpan han sido controvertidos por su posible mala fechación. Sin embargo se cuentan con al menos 4 datos precisos que nos remiten a los restos más antiguos de homo sapiens hallados en este continente. El primero es un cráneo femenino hallado en Brasil de 11 500 años de antigüedad, llamado Luzia de cariño, En Yucatán se han hallado restos de 11 000 y 8 000 de antigüedad, en el valle de México se ha encontrado el conocido cráneo del metro Balderas, de 11 000 años (medido con el método de la toba volcánica), y en Estados Unidos se encontró el llamada hombre de Kenewick, datado en 9 500 a.P.
Estos restos sin embargo, son insuficientes para que la Paleoantropología nos hable del proceso de poblamiento americano, sin embargo, se cuenta con el apoyo de los vestigios arqueológicos, en base a los cuales han surgido dos teorías al respecto.
Por un lado tenemos la teoría del poblamiento antiguo, basada en varios sitios (Piedra Furada, Brasil, de 50 000 años de antigüedad; El Cidral, Mésico, 33 000 años; Chile, 14 500 años). Por el otro tenemos la teoría del doblamiento reciente, basada en los vestigios hallados de los primeros cazadores Clovis, hallados en sitios arqueológicos de Estados Unidos y México, con una antigüedad de 13 500 años.
En todo caso, la hipótesis más favorable arrojada por la Paleoantropología nos dice que el hombre moderno habría pasado del norte de China a través de Beringia, hace aproximadamente unos 15 a 30 mil años.
Como podemos ver, el registro fósil, está sometido a la eficacia que pueda tener el método empleado para la fechación de los restos fósiles y arqueológicos y cuyo dato duro simplemente no existe tal cual, por lo que para obtener la confiabilidad absoluta de la teoría del Arca de Noé, se necesita de su corroboración por otra metodología, es por ello que la genética evolutiva ha puesto en marcha el empleo de ciertas metodologías para emprender la misma búsqueda de la que ya hemos hablado, el origen y expansión del homo sapiens.
Ahora veremos la otra cara de la moneda, ¿Qué nos dice la genética al respecto?
EL ADN: NUESTRO ID El ADN: nuestro ID
Todos y cada uno de los seres vivos sobre la tierra somos portadores de nuestro código de identificación personal en nuestra célula. El ADN (ácido desoxirribonucleico), una macromolécula presente en todas las células. En nuestras células podemos encontrar dos sitios de ADN, en el núcleo celular y en la mitocondria.
El ADN está constituido por pares de bases nitrogenadas, ordenadas en secuencias específicas para la conformación de aminoácidos, pero este orden del que hablamos no es único y específico en todos los organismos, cada vez que nuestro ADN se replica para formar copias, sufre una recombinación y en ocasiones los pares de bases originales de una secuencia se ven intercambiados por una base diferente, a este hecho se le conoce como mutación. A la proporción de mutaciones que sufre nuestro ADN se le conoce como tasa mutacional, y las diferencias que se generan a partir de estas mutaciones hacen de cada individuo un ser único, a nivel genético, es decir a nivel de nuestro ADN. Esto ha hecho posible el uso del ADN como herramienta de identificación de individuos en casos forenses, criminalísticos y de paternidad, entre otros, esto debido a la ya citada variabilidad producida por la tasa mutacional. Pero, la mayor tasa de mutación ocurre en el ADN nuclear (el del núcleo celuar), hay sin embargo un ADN que no se recombina al copiarse y que por lo tanto los cambios que puedan presentarse en este tipo de ADN se deben a mutaciones que debieron suscitarse a lo largo de cientos de generaciones.
En el ser humano, tienen que transcurrir aproximadamente 10 000 años, para que surja una mutación en una de las bases del ADN mitocondrial. Esta característica es la que llamó la atención de algunos investigadores y de la que se planteó la posibilidad de poder medir la antigüedad de las poblaciones biológicas a partir de la tasa mutacional de este tipo de ADN. De esta manera se pueden medir las distancias entre poblaciones, es decir, que tanto tiempo tiene de haber divergido una población de otra. A este método se le conoce como reloj molecular.
Reloj Molecular
En 1962, Emile Zuckerkandl y Linus Pauling acuñaron la noción de Reloj Molecular. El objetivo de esta técnica es medir tiempo pasado partiendo de la cantidad de diferencias existentes entre dos secuencias de ADN. Zuckerkandl y Pauling subrayaron que la cantidad de diferencias en los aminoácidos de la hemoglobina entre linajes encaja con a tasa evolutiva de divergencia que se basa en el registro fósil. La afirmación es que la tasa de cambio evolutivo de cualquier proteína específica es aproximadamente constante a lo largo del tiempo y de diferentes linajes.
Esta hipótesis fue retomada por Motoo Kimura en 1968, quien formuló la teoría de la evolución neutra. Kimura observó que los errores espontáneos en la replicación del ADN causan mutaciones que dirigen la evolución molecular, y que la acumulación de estas diferencias evolutivas que calificó de neutrales, entre dos secuencias podía usarse para medir el tiempo, si pudiera calibrarse la tasa de error de la replicación del ADN.
A pesar que la evidencia molecular no marca una tasa de error en replicación de ADN que sea constante, esta técnica sigue siendo recurrida y es de importancia para facilitar el establecimiento de fechas de eventos filogenéticos no perceptibles por el registro fósil.
La Eva negra
La Eva negra o la Eva mitocondrial es el nombre con el que se ha bautizado a la primera gran teoría genética que defiende el origen africano del hombre moderno. La base de esta propuesta se centra en al ADN que se encuentra en las mitocondrias, los únicos orgánulos de la célula animal que poseen su propio material genético.
El ADN mitocondrial es ideal para los estudios evolutivos por dos razones: en primer lugar, porque toda su variabilidad se debe en exclusiva a las mutaciones, ya que no sufre el proceso de recombinación; y en segundo término porque los orgánulos de la célula huevo proceden únicamente dl óvulo materno y se transmiten de manera matrilineal (en el proceso de fecundación el espermatozoide sólo aporta sus cromosomas nucleares, por lo que la célula huevo es el propio óvulo más los cromosomas nucleares del espermatozoide)3 .
El hecho de que el ADN mitocondrial sea herencia únicamente de las mujeres, nos permite seguir la ascendencia de un cromosoma mitocondrial, de mujer en mujer, a través de las generaciones. Es por ello que al antecesor más antiguo del hombre moderno, propuesto por esta teoría, es mujer y de origen africano, bautizada de cariño como la Eva africana, Eva negra o bien, Eva mitocondrial.
Finalmente, como resultado de estudios realizados en muestras poblacionales procedentes de cinco regiones del mundo, se legó a una conclusión: El ADNmt tomado de los grupos de origen africano son los que mostraron más diversidad entre sí que la existente dentro de los grupos que incluían al resto del ADN, por lo tanto el grupo africano es el más antiguo de todos. La base de esta lógica es que cuanto más antiguo sea un grupo más tiempo habrá tenido para acumular mutaciones, dando lugar a tipos diferentes de ADNmt.
Así fue como Rebecca Cann, Mark Stoneking y Allan Wilson, autores de esta teoría, ubicaron la separación de todas las líneas de ADN mitocondrial en alrededor de 200 000 años, momento en el que vivió en África la mujer hasta la que podían remontarse dichas líneas, la Eva africana.
Proyecto genográfico
Ya que el punto débil de esta teoría es que sólo considera la herencia femenina del código genético, suena lógico que deba contrastarse con un estudio de la variabilidad de una parte del ADN nuclear que se transmita por vía paterna y que, como en el caso del cromosoma de la mitocondria, no experimente recombinación. El único cromosoma nuclear con tales características es el cromosoma Y.
Ciertos polimorfismos detectados en el cromosoma Y tienen la característica de que se variabilidad puede resumirse en unos pocos tipos (haplotipos) entre los que es posible determinar cuál es el primitivo. De forma tal que los resultados apuntan a una misma dirección, la humanidad moderna tuvo un antepasado varón que vivió en África hace entre 100 y 200 mil años.
Estos estudios han sido retomados en los últimos años por la National Geographic©, quien ha emprendido un tremendo proyecto conocido como el Proyecto Genográfico, encabezada por el genetista Spencer Wells. Éste proyecto ya ha arrojado resultados muy valiosos y continúa en pie, a continuación presentamos las rutas del origen y dispersión del hombre moderno según los ya citados estudios genéticos.
De la Eva y el Adán africano hasta hoy
La teoría del origen y poblamiento del mundo por parte del homo sapiens más aceptada hasta el momento por el mundo de la genética propone lo siguiente:
La siguiente parada de los humanos antiguos fue en Australia, el ADN de los aborígenes australianos puede rastrearse en 50 mil años, los hombres que poblaron esta parte del mundo necesariamente tuvieron que pasar por la India, y esto también lo corrobora el material genético.
De este grupo original que partió de África, hubo una sección que se dirigió a lo que hoy es China, sin evidencia de que volviesen a tener de nuevo contacto con otros humanos, de ahí que desarrollan tras generaciones, la apariencia física que los caracteriza.
Los primeros hombres que llegaron a Europa debieron provenir de Asia Central hace aproximadamente 35 mil años. La separación por "razas" entre las poblaciones mundiales debió ocurrir hace apenas 20 mil años, tiempo insuficiente para generar una variabilidad significante a nivel genotípico que sustente este término de raza.
De Asia central, partió también un grupo que llegó hasta Siberia, habitando el círculo ártico hasta pasar hace aproximadamente 13 mil años al continente americano.
Las investigaciones del proyecto genográfico han demostrado que el grupo de viajeros que cruzó de Asia a América debió contar con tan sólo dos o tres hombres.
De esta forma podemos asegurar que tanto registro fósil como evidencia genética coinciden en un punto, todos los hombres actuales descendemos de un ancestro africano.
Las propuestas de dispersión emitidas por ambas disciplinas (paleoantropología y genética evolutiva) coinciden en los punto más importantes y en fechas aproximadas, siendo el caso de que la genética sin duda aporta mucha más luz en los vacíos que nos puede dejar el registro fósil. Es digno de mención que los resultados de la investigación genética apoyan en todo sentido la teoría del poblamiento reciente de América.
Tanto el Arca de Noé como la Eva Negra, son teorías similares, basadas en diferentes registros, pero con resultados afines. Lo importante de esto es comprender que toda la diversidad humana actual tiene un punto de origen común relativamente reciente, en un mismo lugar y que las variables adaptativas regionales de nuestra especie no nos hacen diferentes más que en lo superficial, lo bello es que podemos afirmar que dentro de nuestra humanidad no existen razas, ahora sólo queda trabajar para lograr que dentro de nuestra cultura tampoco exista cosa alguna como el racismo.
La procedencia ya no es un misterio
Científicos locales han obtenido resultados preliminares de investigaciones genográficas en Panamá.
En cada una de las regiones que se visitaron para la investigación, la participación de los locales fue masiva.1331733 |
La búsqueda de una respuesta a la pregunta de dónde venimos, ha sido objeto de estudios científicos durante décadas. Sin embargo, al descifrarse la secuencia completa del genoma humano, en 2003, esta búsqueda se intensificó.
A pesar de todo, la pregunta sobre quiénes fueron el Adán y la Eva de la humanidad se mantenía sin respuesta.
Descubrimientos científicos han revelado que todos los seres humanos tienen 46 cromosomas agrupados en 23 pares; el par 23 es el que determina el sexo del individuo en base a la combinación de los cromosomas X y Y: XX define el sexo femenino y XY el masculino.
Estos cromosomas se encuentran en el núcleo de cada una de las células del ser humano. En adición, en el citoplasma de dichas células aparece una organela conocida como mitocondria, que contiene ácido desoxirribonucleico (ADN) mitocondrial (mt), que desencadena una herencia de línea materna exclusiva.
Cuando el óvulo de la mujer es fecundado, el ADN mt proveniente del padre se pierde. Por lo tanto, esa unión va a tener solamente ADN mt de la madre, lo que constituye un marcador de linaje materno exclusivamente; al igual que el cromosoma Y, que es transmitido únicamente por sus padres a los hijos varones.
Pequeñas mutaciones que se dan en la secuencia ininterrumpida del ADN mt, originan un ADN mt que da inicio a nuevas familias que se denominan haplogrupos.
Si estos cambios son los suficientemente adaptables al medio ambiente, los nuevos rasgos de estas familias prevalecerán en las futuras generaciones. Sin embargo, casos fortuitos como climas extremos, enfermedades o situaciones de hambruna acabarían con el nuevo haplogrupo.
Así se comprueba una vez más la teoría de Darwin, en la que solo el ser más adaptable y fuerte es el que sobrevive.
EL MOVIMIENTO
En 2005, la revista National Geographic, en colaboración con el biólogo Spencer Wells, comenzó un estudio dirigido a obtener una respuesta a las interrogantes sobre el origen del ser humano.
Según los estudios realizados en los últimos años, se ha descifrado que el ADN mt o la "Eva de la Humanidad" nace en el continente africano hace aproximadamente 150 mil años.
Cuando grupos de homo sapiens –hombre moderno– abandonan África y llegan al Medio Oriente, hace unos 80 mil ó 100 mil años, comienza una evolución de nuevos haplogrupos, explica el arqueólogo Richard Cooke, del Instituto de Investigaciones Tropicales Smithsonian (STRI).
Tal como lo muestra el mapa, el primer grupo se desplaza y coloniza lo que hoy es Europa, diversificándose: unos hacia Europa del este y otros hacia Australia, por la costa, hace aproximadamente 35 mil años.
Un grupo eligió la ruta del norte de Eurasia hasta llegar al estrecho de Bering, hace unos 20 mil años.
Esta migración fue portadora de cuatro haplogrupos denominados: A, B, C y D, que se desplazaron por todo el continente americano, dispersándose y asentándose en varios sitios en un período de aproximadamente 5 mil años.
Actualmente se debate si la migración de estos grupos en América fue de manera terrestre –bordeando las costas– o una combinación de ambas, explica Cooke.
¿CÓMO LO DESCUBRIERON?
Hay pocos sitios arqueológicos en América Latina que han brindado evidencia de las primeras migraciones costeras, ya que la elevación de los niveles del mar después de la última Era del Hielo, ha dejado en las profundidades los restos que demuestran presencia humana en estos sectores.
"Al derretirse los glaciares, los océanos en todo el mundo se elevaron hasta alcanzar, desde hace unos 7 mil años, un nivel cercano al actual, trayendo como consecuencia una escasez de muestreo y poca cobertura arqueológica", aclara el científico.
Sin embargo, hay sitios que han proporcionado valiosos datos. Uno de los más puntuales ha sido Monte Verde, en Chile.
"Hay evidencia de hace unos 14 mil 500 años sobre un grupo de humanos que recogía frutas silvestres, algas marinas, plantas medicinales, y que cazaba animales ahora extintos", comenta.
Otros sitios de esta época son Paisley Cave, en Oregón, Estados unidos, y Taima-Taima al noroeste de Venezuela.
En Panamá hay muy poca evidencia de presencia humana. La que se ha podido obtener data de hace 13 mil años y son unos cuantos utensilios de piedra.
"Sin embargo, se supone que los antecesores de los grupos que se asentaron en Chile (Monte Verde) habrían pasado por las costas panameñas", añade Cooke.
A pesar de que todos descendemos de una población que vivió en África, las personas que entraron a América no tenían rasgos físicos similares, ya que habían experimentado 50 mil u 80 mil años de evolución. Lógicamente hay cambios, comentan los especialistas.
EN PANAMÁ
De los grupos indígenas que llegaron del norte a lo que es hoy en día Panamá, una parte continuó hacia el sur.
Aquellos que se asentaron en esta zona fueron los mismos que continuaron hasta los tiempos de la conquista, e inclusive hasta nuestros días.
Por eso, al hablar de la población en la zona istmeña se debe destacar como una de las principales características, la continuidad.
Los indígenas actuales que habitan en el istmo, comenta el arqueólogo del STRI Richard Cooke, pertenecen a un grupo con características genéticas y lingüísticas particulares que han permanecido en Baja Centroamérica y el norte de Suramérica.
Los movimientos locales de estos indígenas también son una demostración de la continuidad. "No han sido traídos de otras regiones", añade.
Entonces, los indígenas que conocemos hoy son descendientes directos de aquellos que llegaron desde el norte y, quizás por esto, hay una gran similitud física entre ellos. Sin embargo, existen características genéticas microevolutivas que los van diferenciando a lo largo del tiempo, produciendo separación y nuevos grupos.
ADÁN Y EVA PANAMEÑOS
En 2007 fueron encontrados, en un sitio precolombino que yace bajo las ruinas coloniales de Panamá Viejo, los restos óseos de tres personas. Estos restos tienen entre 800 y mil años de antigüedad.
Bajo la iniciativa del doctor Jorge Motta y el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ECGES) –donde se desempeñaba como director general–, se desarrolló la logística necesaria para recolectar las muestras panameñas que más tarde se enviarían a analizar.
Con un diente y otras pocas piezas óseas de los restos hallados, la Fundación de Genealogía Molecular de Sorenson, ubicada en Utah, Estados Unidos, se mostró interesada en darle seguimiento y profundizar los estudios en Panamá.
Esta fundación tiene como finalidad estructurar la genealogía mundial.
Además, el interés y la colaboración de los científicos en biología molecular Alessandro Achilli y Ugo Perego, de las Universidades de Perugia y de Pavía –ambas en Italia–, respectivamente, hicieron posible esta investigación.
La Universidad de Firenze (Italia) y sus investigadores del departamento de Biología Evolutiva, también colaboraron.
¿por qué aquí?
Panamá, al tener una migración alta y variada, es una muestra representativa de América Latina, explica el doctor Juan Miguel Pascale, director de Genómica del ICGES.
Motta explica que las secuencias del ADN mt de las mujeres que migraron al Istmo, definieron la composición racial en la línea materna de América.
Agrega que "existe un concepto de raza humana. Sin embargo, es biológicamente ilógico hablar de una raza blanca, negra o amarilla, ya que se estaría hablando de fenotipos, culturas, religión, etc.".
Fue entonces cuando en enero de 2008, un grupo multidisciplinario perteneciente al ICGES decidió comenzar la investigación local que determinara cuáles habían sido los ancestros panameños.
La doctora Maribel Tribaldos de Suárez, investigadora del ICGES, recorrió todo el país tomando muestras de casi mil 800 hombres y mujeres de las nueve provincias y todas las comarcas indígenas.
El estudio exigía tomar una muestra de células vivas de cada persona, a través de un método no invasivo. Este consistía en darle al participante un envase con una solución, semejante a un enjuague bucal, la cual debían mantener por un tiempo en la boca y luego depositar ese líquido en el recipiente.
Durante este proceso, las células de la mucosa bucal se desprenden y se mantienen en el líquido. Luego las muestras fueron trasladadas hasta Sorenson, explica Pascale.
Además, el participante debía llenar el gráfico de un pequeño árbol genealógico con, al menos, tres generaciones con sus nombres, sitios y respectivas fechas de nacimiento.
Los resultados arrojaron todas las mutaciones a nivel cromosómico que tuvo cada participante, logrando determinar los haplogrupos a los que pertenecen, tal como ya se ha mencionado antes en relación a que en América existen cuatro principales haplogrupos que se extendieron desde el norte del continente hasta el sur, A, B, C y D.
Dichas letras se asignan a grupos con un significado regional, racial y geográfico determinado.
Primeros RESULTADOS
El estudio buscaba determinar las mutaciones en el cromosoma Y y en el ADN mt, ambos determinantes del componente étnico de cada persona.
Los resultados preliminares de los estudios son muy claros, explican los doctores Motta y Tribaldos de Suárez: los haplogrupos que llegaron a estas tierras pertenecen en un 78% a mujeres indígenas americanas.
Es decir, que más del 70% de las mujeres panameñas lleva consigo uno de estos marcadores genéticos que pertenecen a indios del norte, añade Motta.
Estudios similares se han llevado a cabo en sitios cercanos como Medellín, Colombia, arrojado resultados muy parecidos.
Pero no solo se han hecho estudios de la línea materna; también se quiso averiguar cuál había sido el Adán panameño, y los resultados indicaron que los ancestros masculinos provienen en un 81% de Eurasia, en un 8% de África, 6% de Medio Oriente y 5% de América como indica el gráfico.
La explicación dada por los investigadores a este hallazgo, es que hubo un movimiento invasivo de hombres provenientes de estos sectores, que llegaron a tierras americanas, acabaron con los hombres locales, y procrearon con las indígenas norteamericanas.
Con la poligamia como parte de la cultura general, los hombres procreaban con varias mujeres, aumentando la población.
"Cuando se tomaron las muestras en las diversas provincias, la diferencia en los rasgos físicos era notoria entre unas poblaciones y otras", comenta Tribaldos de Suárez. "Esto se debe a que el fenotipo (rasgos físicos) es diferente al genotipo (constitución del ADN)", explica la investigadora.
|
|
Reportaje al doctor Spencer Wells: especialista en genética de poblaciones
El hombre que rastreó 2000 generaciones
Wells, de 33 años, recorrió los 5 continentes siguiendo las huellas genéticas de las primeras migraciones que poblaron el planeta
| |
Los antepasados de estos aborígenes australianos fueron los primeros en salir de África hace 60.000 años. | |
| Aborigen bosquimano |
| |
| |
Familia de chukchis, descendientes de los primeros pobladores de Siberia FOTOS: National Geographic Channel |
Tomó miles de muestras de sangre de aborígenes
Su estudio traza una línea de descendencia de 2000 generaciones
Esta se remonta 60.000 años atrás, a los hombres que salieron de Africa
Cuesta creer que los casi 6000 millones de personas que actualmente se encuentran diseminadas por todos los continentes sean los descendientes directos de tan sólo 10.000 individuos que hace 60.000 años vivían recluidos en Africa. Más increíble aún suena el hecho de que la población nativa de América descienda de un grupo de tan sólo 10 o 20 personas que se animó a cruzar el estrecho de Bering poco antes del final de la era glacial.
Quien recientemente logró armar el rompecabezas de las migraciones que permitieron al hombre poblar el planeta es Spencer Wells. Este biólogo molecular de tan sólo 33 años, egresado de las universidades de Stanford y Oxford, recorrió durante un año el globo en busca de poblaciones indígenas remotas, como los bosquimanos del Kalahari o los chukchis de Siberia, que aún hoy conservan en su sangre las huellas de esa travesía.
En diálogo telefónico con LA NACION, desde algún lugar de la India, Wells describió las caminos recorridos por el hombre primitivo desde su partida de Africa hace 60.000 años.
-¿Que lo llevó a realizar esta investigación tan ambiciosa?
-Como científico, mi trabajo se centra en el estudio de la diversidad humana: si bien en su superficie los hombres se ven distintos, a mí lo que siempre me ha interesado es buscar el origen común, tema de estudio donde se conjuga mi interés por la historia, por la biología y por la evolución del hombre.
-¿Cómo puede el estudio de la genética aportar conocimiento sobre las migraciones humanas?
-Lo que nosotros estudiamos es la genealogía, y lo hicimos a partir de los seres que viven hoy en día. Para eso extrajimos miles de muestras de sangre de personas de todo el mundo, y luego buscamos en ellas marcadores genéticos que pudieran servir como "señales en tránsito" que nos remontaran a genomas anteriores.
Los primeros marcadores que utilizamos eran ciertos cambios en el ADN. Por lo general, el genoma que se transmite a través de distintas generaciones es en gran medida inmutable. Aun así, es posible detectar algunos errores que son muy poco frecuentes; estos cambios o mutaciones se heredan, lo que nos permite establecer una línea de descendencia de abuelos, padres e hijos.
-¿En qué parte del genoma centraron el análisis?
-Nos dimos cuenta de que los cambios más importantes eran los que aparecían en el cromosoma Y (que lo transmite el padre a su hijo varón); éstos eran los que revelaban una gran cantidad de información, que nos llevó a trazar una línea de descendencia del hombre. Los datos que recabamos a través de su estudio también nos permitieron establecer un mapa que ilustra cómo el hombre pobló todo el planeta.
-¿Y cómo fue ese viaje?
Registros de una travesía Fueron 40.000 años, aproximadamente, los que transcurrieron desde que el hombre primitivo salió de Africa y llegó a América, luego de haber poblado Asia, Europa y Oceanía. Al doctor Spencer Wells, seguir el rastro genético dejado por las primeras migraciones humanas le llevó tan sólo un año. Su viaje a través de desiertos, océanos y tundras fue registrado por las cámaras de National Geographic Channel. El documental resultante -titulado "La travesía del hombre"- será emitido por esa señal el domingo 15 de diciembre (2002), a las 22. Un segundo registro de esta aventura, esta vez en papel, fue publicado a fines de octubre por la editorial británica Penguin, con el título "The Journey of Man - A Genetic Odyssey". |
-El hombre primitivo partió de Africa en dos oleadas. La primera comenzó entre 50 mil y 60 mil años atrás, y recorrió la costa sur de Asia para llegar finalmente al norte de Australia. Este viaje fue motivado por una intensa sequía que azotaba al continente africano, como resultado del período glacial, que concentró el agua en los polos. Los animales lo abandonaron buscando agua y pasturas; y los cazadores los siguieron.
La segunda salida se produjo hace 45.000 años. Esos hombres partieron a lo que hoy es Medio Oriente; un grupo siguió luego hasta India, mientras que otro llegó hasta China. Diez mil años después, de Asia central partieron grupos de viajeros hacia Europa, atravesando cubiertas de hielo habitadas por mamuts y bisontes; también de Asia central habrían de partir, 15.000 años más tarde, hacia Siberia.
Finalmente, hace 20 mil o 15 mil años atrás, un grupo de 10 a 20 personas que habitaban el Artico logró cruzar al continente americano, a través del estrecho de Bering. A medida que la era glacial retrocedía y los casquetes polares se derretían, aumentaba el nivel del mar, aislando a los pobladores americanos, que comenzaron a desplazarse hacia el Sur.
-¿El hombre primitivo que salió de Africa era un Homo sapiens o alcanzó este estadio evolutivo a lo largo del viaje?
-Ya había completado en Africa la evolución que dio como resultado el Homo sapiens.
-¿Cuáles fueron los cambios que experimentó a lo largo del viaje?
-Nuestros ancestros africanos eran hombres altos, flacos, tenían la piel oscura y el pelo enrulado, como los que uno puede encontrar hoy en países como Namibia.
A medida que se desplazaban hacia el Norte, la exposición al sol cada vez era menor, por lo que la piel se aclaró para poder sintetizar la vitamina D a partir de una menor cantidad de rayos ultravioletas. Aquellos que partieron a Siberia, por ejemplo, debieron minimizar su superficie corporal para evitar la pérdida de calor, en un intento por adaptarse al frío extremo; por eso, desarrollaron troncos robustos, dedos regordetes y piernas y brazos más cortos.
Por otro lado, entre aquellos que llegaron a Australia o, más tarde, a América, la subida del nivel del mar como resultado del fin de la era glacial les cerró el contacto con el continente asiático; ese aislamiento los llevó a desarrollar rasgos distintivos de los de sus antepasados. Algo similar ocurrió con aquellos que se desplazaron a China, que quedaron atrapados entre montañas al Norte y océanos al Sur, sin contacto con el resto de Asia.
-¿Su cronología de las migraciones surge sólo del estudio genético de sus descendientes?
-Es resultado de la combinación de nuestros hallazgos con otro cuerpo de evidencia arqueológica y climatológica previa, que nos brinda el contexto para emprender mejor el estudio de los marcadores genéticos.
-¿Cómo afecta esta idea del origen común al concepto de raza?
-En mi opinión, el término raza no tiene ningún significado. En vez de hablar de razas deberías referirnos a parentescos, pues todos tenemos un ancestro africano. Es posible establecer una línea de aproximadamente 2000 generaciones desde ese ancestro hasta el hombre de hoy; obviamente, es posible encontrar diferencias, pero para referirnos a ellas el concepto de raza resulta trivial.
Observan por primera vez a alta resolución cómo se despliega el ADN
De izquierda a derecha y de arriba a abajo, movimientos de la estructura del ADN que permiten hacerse una idea del mecanismo por el cual el ADN empieza a desplegarse. (© A. Pérez) |
Este es un proceso clave para entender la actividad de los genes y la replicación del ADN y, en un futuro, diseñar fármacos para modularlas.
La separación de las dos hebras del ADN es un proceso que ocurre en millonésimas de segundo, lo que dificulta enormemente su estudio experimental, haciendo necesaria la simulación computacional. Tras cuatro años de puesta a punto de un modelo físico efectivo y el uso masivo del supercomputador Mare Nostrum, investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y el Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC) han logrado realizar la primera simulación realista de la apertura del ADN a alta resolución. Los investigadores Modesto Orozco, jefe del grupo de Modelización y bioinformática del IRB Barcelona, Catedrático de Bioquímica de la UB y director del Departamento de Ciencias de la Vida del BSC, y Alberto Pérez, investigador Juan de la Cierva en el BSC, actualmente en la Universidad de California San Francisco (Estados Unidos), publican los resultados en la revista líder mundial en química, Angewandte Chemie.
Alberto Pérez explica que "gran parte de las funciones del ADN se dan al separarse sus dos cadenas cuando, por ejemplo, se tiene que replicar durante la división celular o en procesos de reparación. Con este estudio proponemos un mecanismo para este proceso, que a su vez, guiará a nuevos experimentos para su corroboración final".
Los investigadores han estudiado un fragmento pequeño de ADN, de 12 pares de bases (el genoma humano tiene unos 3000 millones de pares de bases), y han obtenido 10 millones de fotos estructurales que muestran la película de cómo se despliega. En este proceso han revelado dos rutas principales que llevan del estado de su estructura natural plegada a la forma desplegada. "Este proyecto", explica Orozco, "es parte de un objetivo mayor del laboratorio: intentar comprender los cambios que sufre la estructura del ADN según los procesos biológicos que ocurren dentro de la célula, como la expresión y represión de genes o la replicación o transcripción del ADN".
El ADN contiene la información genética de los seres vivos y su estructura de doble hélice fue descubierta hace ya más de 50 años por Watson y Crick. El ADN y las proteínas que lo modifican son las dianas terapéuticas más importantes en diversas patologías y de manera especial en cáncer. El trabajo del IRB Barcelona proporciona una visión detallada del mecanismo por el cual tiene lugar uno de los procesos más importante en el ADN y abre nuevas expectativas sobre la conexión entre propiedades físicas, funcionalidad y efecto farmacológico. El objetivo último es que la suma de nuevos avances conviertan al ADN en una diana farmacológica universal.
La epigenética y la morfogénesis espiritual
publicado a la(s) 25/09/2009 00:26 por GRUPO DE ESTUDIOS ESPÍRITAS GALICIA - JUSTICIA, AMOR Y CARIDAD
Bien pues está pasando lo mismo con los llamados "temas espirituales". Los espiritualistas sabemos y creemos que él espíritu y el periespíritu son manifestaciones energéticas de nuestra consciencia dentro de nuestra realidad. También creemos que nuestra realidad de de naturaleza mental, y es Dios quien la soporta. Desde un punto de vista científico, más concretamente en la física cuántica, la realidad es todo energía fluctuando de diferentes formas (muchas de ellas inexplicables, como en el caso del indeterminismo cuántico), en base a probabilidades que se representan mediante campanas de gauss.
Dentro de los temas que hasta ahora eran exclusivamente espirituales y la ciencia dejaba de lado está la morfogénesis. La morfogénesis explica entre otras cosas, el porqué una célula que se duplica a si misma se puede llegar a convertir en un feto humano y posteriormente en un ser humano. También porqué dos gemelos monocigóticos (con el mismo ADN) pueden llegar a ser diferentes, tener diferentes enfermedades genéticas (como el cáncer) o tener rasgos diferentes.
La novedad es que dentro de la ciencia, acaba de nacer una nueva rama de la genética, llamada "Epigenética" que estudia entre otras cosas, aquellas que el espiritualismo lleva afirmando muchos años dentro de las teorías morfogenéticas.
La Wikipedia describe así la Epigenética:
La epigenética (del griego epi, en o sobre) hace referencia, en un sentido amplio, al estudio de todos aquellos factores no genéticos que intervienen en la determinación de la ontogenia. El término fue acuñado por C. H. Waddington en 1953 para referirse al estudio de las interacciones entre genes y entorno que producen los organismos.
Dependiendo de la disciplina biológica, el término epigenética tiene diversos significados:
- En genética del desarrollo, la epigenética hace referencia a los mecanismos de regulación genética que no implican cambios en la secuencias de ADN
- En biología del desarrollo, el término epigenética hace referencia a la dependencia contextual de los procesos embriológicos. El contexto incluye factores epigenéticos tanto internos (materiales maternos, propiedades genéricas físicas y auto organizativas de las células y los tejidos, procesos de regulación genética, dinámica celular y tisular) como externos (temperatura, humedad, luz, radiación...)
- En biología evolutiva, el término herencia epigenética engloba a los mecanismos de herencia no genéticos.
- En genética de poblaciones se emplea la expresión variación epigenética para denominar a la variación fenotípica que resulta de diferentes condiciones ambientales (norma de reacción). Los cambios epigenéticos son cambios reversibles de ADN que hace que unos genes se expresen o no dependiendo de condiciones exteriores (polifenismo).
Asimismo el espiritualismo lleva afirmando muchos años que nuestro periespíritu actúa directamente sobre nuestro citoplasma celular a través de nuestro ADN, que funciona como antena receptora de nuestros campos energéticos espirituales. Hoy por hoy la ciencia está estudiando el comportamiento del ADN ante factores "externos" al mismo, entre otras cosas, el cómo reacciona ante estímulos de nuestra mente, pensamientos y sentimientos.
Sin duda es emocionante ver como aquella afirmación de Kardec cuando decía que la ciencia nunca vendrá a contradecir las teorías espirituales, sino a completarlas, se cumple constantemente cada día. Nos guste o no, es la ciencia quién viene cada día a demostrar que nuestras creencias son ciertas mediante métodos experimentales. Esto no quiere decir que nuestros métodos sean peores, sólo son diferentes. El espiritualismo ha de encargarse de lo que se encarga que es en ayudar al ser humano a evolucionar espiritual y moralmente, que es algo que la ciencia, en sus asépticos laboratorios y clínicas mentales, suele dejar de lado.
El espiritualismo y la ciencia no están llamados al confrontamiento, sino a la colaboración y el apoyo permanente, pues el destino de ambos, a medida que el ser humano evoluciona, es sin duda la unificación en la gran obra del conocimiento la realidad (el conocimiento de Dios). Un día el conocimiento científico absorberá todos aquellos campos de lo espiritual, y el conocimiento espiritual se alimentará del conocimiento científico, convirtiéndose en uno solo.
Toda magia es sólo ciencia no explicada. La primera acepción de místico en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, es: "Que incluye misterio o razón oculta." Nunca mejor dicho, razón oculta, que no falta de razón. La ciencia viene a mostrar el porqué de lo espiritual, que no a desmentirlo. Animaría a todo aquel científico racionalista o materialista que antes de afirmar que no tiene alma o que lo espiritual no existe (por qué no puede verlo o medirlo), que lo investigue. ¿Acaso existía para los primeros científicos partículas más pequeñas que el átomo? No. ¿Acaso existía para ellos los grandes avances de la ciencia actual? No. ¿Existe para los científicos actuales el alma? Para algunos si, para el resto, existirá, seguro.
¿Geometría Sustentable = Geometría Sagrada?
La Geometría Sustentable es el estudio de la matematica de la vida. Esta ciencia, antiguamente llamada Geometría Sagrada, nos devuelve la capacidad para crear vida espiritual y material. En base a ciertas proporciones, patrones y arreglos de onda podemos ser capaces de recrear las condiciones necesarias para nuestro desarrollo de conciencia, elevando nuestra calidad de vida y nuestra capacidad de amar.
En la ciencia, somos testigos de un cambio de concepción en la manera en la que se percibía la Naturaleza fundamental o también llamada materia. La materia era considerada desde un punto de vista de sustancia (partículas), pero, en la actualidad, sabemos que la Naturaleza fundamental del mundo material sólo es posible conocerla por los patrones que subyacen detrás de la materia y que existen como formas o estructuras geométricas de onda.
Tanto nuestros órganos de percepción como el mundo de fenómenos que percibimos parecen entenderse mejor como sistemas de patrones puros, o como estructuras geométricas de forma y proporción. Por lo tanto, a lo largo de la historia de la humanidad, tanto nuestros científicos como muchas culturas antiguas han escogido examinar la realidad a través de las metáforas de la geometría y la música. La música es el estudio de las leyes proporcionales de las frecuencias del sonido. La ciencia de la armonía musical es idéntica a la ciencia de la simetría de los cristales. Esta se aplica cuando comprendemos a la materia como una retícula de ondas espaciadas a intervalos determinados.
En la Biología, el papel fundamental de la Geometría y la proporción se vuelve más evidente cada día. Debemos revisar nuestras ideas acerca de la codificación genética como un vehículo de replicación y continuidad, ya que esta codificación no descansa sólo en átomos particulares como carbono, hidrógeno, oxígeno o nitrógeno, que son las sustancias de la que está hecho un gen. El ADN tiene la función de preservar la vida, pero no es sólo la composición molecular del ADN lo que permite esta extraordinaria labor, sino que es su forma helicoidal, basada en una larga espiral de dodecaedros desdoblados. Así, podemos asumir que la existencia de patrones geométricos y proporciones exactas es anterior a la sustancia misma. La vida comenzó sin la necesidad de una contraparte material. En otras palabras, la molécula del ADN que es portadora de vida, a diferencia de cualquier otra molécula, se caracteriza fundamentalmente por su estructura geométrica que es capaz de organizar las ondas-partículas y permitir implotar y distribuir la frecuencia y el voltaje de las ondas, de tal manera que cree un vértice de succión y evite la destrucción de otras ondas y la suya propia.
Por ejemplo, la Biología, entre muchas otras cosas, estudia el proceso fotosintético de las plantas (el proceso biológico que tienen las plantas para sintetizar los rayos del sol) y nos muestra que este proceso sólo puede llevarse a cabo porque el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno y el magnesio de la molécula de clorofila está arreglado en un complejo patrón simétrico de doce pliegues. La conciencia espacial, en un nivel celular, debe pensarse como la geometría innata de la vida.
Los diferentes grados de percepción de la realidad deben pensarse no como diferencias de sustancia, sino como diferencias de longitud de onda, de proporción. Por ejemplo, cuando olemos una rosa, no estamos respondiendo a las sustancias químicas de su perfume, sino a la geometría de su construcción molecular. Es decir, la geometría determina la condición de la sustancia. De la misma forma, nosotros no escuchamos simples diferencias cuantitativas en la frecuencia de onda del sonido, sino diferencias logarítmicas, proporcionales, entre las frecuencias y la expansión logarítmica, que constituyen la base de las espirales geométricas.
En la teoría de Campo Unificado, nuestros científicos dicen que todo el universo está formado por una sola sustancia. Llamémosle Dios, Absoluto, Éter o como queramos, la comprensión última de la realidad nos dice que todo es Uno.
Nuestro rango de percepción sensorial determina el universo en el que vivimos, de tal forma que nuestros sentidos captan un rango de las ondas del espectro electromagnético. Nuestros ojos, por ejemplo, captan cierto rango de frecuencias que nos permiten distinguir los colores; nuestros oídos captan, en el mismo espectro electromagnético, otro rango de ondas. Lo mismo sucede con el tacto o con el olfato. De esta manera, podemos comprender que nuestros órganos de percepción captan relaciones proporcionales como una fuente de percepción geométrica.
Si nos referimos a la distribución de nuestro cuerpo, cabe destacar que esta se realiza en múltiplos de cinco, lo cual está en íntima relación con nuestra capacidad para distribuir la vida. En la medida en que vamos ampliando nuestra capacidad de percepción, tendemos a organizar nuestro mundo de espacio visual, espacio audible y espacio visible en manifestaciones geométricas de frecuencias de orden, esto sucede porque nos restituye la capacidad para crearnos internamente. De ahí la necesidad de muchas culturas por crear manifestaciones artísticas usando la Geometría Sagrada.
La conciencia humana es la única habilidad para percibir la transparencia entre las relaciones absolutas y permanentes, contenidas en las formas insustanciales del orden geométrico, y las formas transitorias de nuestro mundo actual. El contenido de nuestra experiencia resulta de la arquitectura inmaterial, abstracta, geométrica, que está compuesta de ondas armónicas de energía, nodos de relación, formas melódicas que manan de la eterna fuente de la proporción geométrica.
Si nos referimos a la historia de la práctica de la Geometría, nos debemos remontar al antiguo Egipto, de donde los griegos heredaron sus estudios. La Geometría es el estudio del orden espacial por medio de la medición de la relación de las formas. Geometría y Aritmética, junto con la Astronomía -la ciencia del orden temporal por medio de la observación de los movimientos cíclicos- constituían las mayores disciplinas intelectuales de la educación clásica. El cuarto elemento en este estudio, el Quadrivium, era el estudio de la armonía y de la música.
Platón, por ejemplo, consideraba a la geometría y a los números como la esencia más reducida, y por tanto ideal, del lenguaje filosófico y en las culturas de la India, el Tíbet, el Islam y la Europa medieval se han producido, en abundancia, mandalas o diagramas sagrados. Las culturas tribales los utilizan tanto en forma de pintura como en construcciones o danzas.
Los mandalas representan el símbolo de la estructura esencial del Universo. La esencia del Cosmos subyace en su sacralidad, y sólo es posible acceder a la Geometría Sagrada por medio de la meditación en la Unidad, seguida por el intento de visualizar simbólicamente el orden formal y contemplarlo, puro, brotando de la Unicidad incomprensible. Recordemos que la Geometría antigua comienza con el Uno, mientras que las matemáticas modernas comienzan con el Cero.
El desdoblamiento de esta Unidad en divisiones es el acto primero de la Creación. Así, la Unidad para desdoblarse y crear la vida no pierde su unicidad ni su sacralidad cuando se divide en base a la proporción áurea o proporción dorada (llamada así por los griegos). Hacer un corte que divida una línea recta en proporción dorada implica que se corte la unidad a razón de phi (0.618033...).
Euclídes fue quien resolvió, para la cultura antigua, el problema de encontrar la proporción dorada de una línea recta. Cualquier línea puede dividirse de múltiple maneras, pero existe sólo una forma en la que esta línea puede dividirse infinitamente hacia dentro y hacia fuera.
Podemos ver, en la figura, que la Unidad (la línea recta tomada con el valor de uno), al ser cortada en esta proporción, nos permite hacer que el segmento menor sea al segmento mayor como éste a la totalidad.
Así comienza la expansión y contracción de la vida, y este proceso es sagrado en la medida en la que, aunque cambiemos de tamaño la línea (la Unicidad), la proporción con la que cortamos esta línea es la misma. Dan Winter nos dice que "las escalas son profanas, pero las proporciones sagradas". La proporción dorada la podemos reproducir infinitamente hacia fuera e infinitamente hacia adentro. Siempre obtendremos la misma proporción. La vida se desdobla naturalmente de esta forma y busca ajustarse a ella.
Energía y materia
Ahora bien, imaginemos esta sustancia llamada Éter o Campo Unificado como una gelatina. El primer movimiento de organización es el de una espiral que gira sobre su propio eje y es autorrecurrente. Haciendo este primer movimiento, se consume el trazado de un tubo toroide. Esta imagen nos permite comprender que el Universo en el que vivimos está hecho de ondas autorrecurrentes. Estas ondas, organizadas en el Tubo Toro, son la base de la Creación. Con el paso del tiempo, se anidan varios tubos toro fractalmente. El termino fractal se refiere a la característica de un objeto para que la totalidad de sus partes esté contenida en cada una de sus partes.
Terapia y Cuerpos Sutiles en el Ser Humano
"El ser humano, además de su cuerpo celular, tiene otros cuerpos más sutiles. El cuerpo electromagnético, cuerpo áurico o etérico es aquel estudiado por las filosofías de Oriente desde hace milenios y desde hace algunas décadas por la ciencia occidental. Si uno se frota las manos por unos segundos, se puede percibir un colchón de energía (un calor o frío en las manos) que si uno recorre su propio cuerpo sin tocar la piel, la fuerza de ese campo se incrementa. Es el cuerpo sutil que tiende al caos y tiene su base fi siológica en las siete glándulas del sistema endocrino representadas por la energía electromagnética de los 7 chakras del sistema hindú, los canales de acupuntura y los Nadis. Crea en su complejidad un halo de colores que rodea el cuerpo celular formando una especie de huevo, un óvalo. Cuando se trabaja con este cuerpo, la energía que se percibe es ligeramente caliente, como si tuviéramos un tipo de pegamento mas allá de la piel.
Otro cuerpo más sutil que el electromagnético es el cuerpo gravitacional o también llamado cuerpo astral. Tiene la forma de toroide, cruza y envuelve la totalidad del cuerpo celular. Tenemos un gran toroide vertical en el cuerpo cuyo vacío atraviesa la médula espinal y la parte más externa circunda el cuerpo hasta la distancia que tenemos con los brazos abiertos. Además hay 13 toroides horizontales en el cuerpo que corresponden a los 13 "chakras" del sistema egipcio. Chakra quiere decir, en sánscrito, 'rueda' y se conciben como vórtices energéticos situados en los cuerpos sutiles del ser humano. Su tarea es la recepción, acumulación, transformación y distribución del biocampo, también llamado prana o energía sutil. El biocampo comprende la totalidad de los cuerpos sutiles que animan al cuerpo celular.
Un cuerpo aún más sutil es el cuerpo fractal. A éste cuerpo se le nombra de muchas maneras: maestro interno, ser interior, guía esencial, etc., pero no quiere decir que esté dentro de algo, sino que atraviesa todas las dimensiones humanas posibles, es un cuerpo hipostasiado o imbricado en todos los demás. Es un cuerpo de conciencia pura. El alma, parafraseando a Gurdjieff, místico y fi lósofo ruso, no existe: hay que crearla. Y se crea de los tejidos de la voluntad y la conciencia, por patrones y formas de Geometría Sustentable. Se desarrolla elevando el nivel de inclusividad armónica de diferentes campos de carga electromagnética, cuántica y gravitacional que coexiste en el ADN. Todas las religiones y fi losofías nos hablan de un desarrollo de las capacidades ulteriores del ser humano. Para ello es indispensable concebir al ser humano como un ser en constante transformación. La transformación implica la recomposición de formas geométricas que necesariamente nos llevan a pensar en un universo relacionado mediante enlaces toroidales."
Fractal
"Un fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica se repite en diferentes escalas y, en muchos casos, los fractales pueden ser generados por un proceso recursivo o iterativo, capaz de producir estructuras autosimilares independientes de la escala específica."
"Los fractales son estructuras geométricas que combinan irregularidad y repetición de estructura. Aunque muchas formas naturales tienen estructuras de tipo fractal, un fractal matemático es un objeto que tiene, por lo menos, una de las siguientes características: tiene detalles en escalas arbitrariamente pequeñas, es demasiado irregular para ser descrito en términos geométricos tradicionales, tiene autosimilaridad exacta o estadística y puede ser defi nido de forma recursiva.Recordemos que la misma estructura dodecaédrica que forma el ADN es la estructura de la retícula planetaria y es la misma estructura dodecaédrica del Zodíaco. "
Esto permite que la energía de la vida se transmita entre modelos de tamaño diferente, pero de proporción idéntica. La interconexión de nuestra vida es íntima con todo el mundo de la Naturaleza. La Geometría Sagrada nos permite entablar un mismo lenguaje y comunicarnos armónicamente entre seres de distintas especies.
"Algunas de las fórmulas matemáticas para la creación de fractales son: Mandelbrot, Julia, Lindenmayer, Halley, Quaternion y Biomorph. En 1993, el investigador estadounidense M. Theroux incorporó el valor de phi en la creación de fractales, con ayuda del software Fractint 17.2, y esto le permitió reproducir en realidad virtual, algunos procesos biológicos. En este proceso logró incorporar la creación de autosimilaridades (proceso que, al mismo tiempo que conserva la forma original de la especie, le permite evolucionar para que pueda interactuar con su medio ambiente)."
s
En la imagen siguiente vemos un fractal del dodecaedro anidado. La molécula del ADN tiene la simetría del dodecaedro pues al tener 12 pentagonos incorpora naturalmente la proporción áurea y esto permite tragar o comprimir ondas desde el exterior hacia el interior. La simetría del dodecaedro cuando está superpuesta en una retícula o red en el planeta se conjuga con el dodecaedro representado por las 12 casas del Zodiaco. Un fractal que permite la conjunción heterodinamica de ondas, es decir, la resonancia de formas para la comunicación en diferentes niveles de realidad.
La siguiente imágen es la de un fractal en el icosaedro... esto nos remite al elemento agua pues la molecula de agua a diferencia de lo que se ve en plano (como un hexaedro) !es un icosaedro¡ Este patrón es ideal para la armonia y la sanación a nivel del cuerpo emocional.
El fractal pentagonal en una rosa es evidente. La naturaleza invierte mucho esfuerzo en crear estas formas no sólo para ser estético y funcional sino para crear gravedad. Literalmente, cuando la energía electromagnética que es caótica se ordena en patrones de Geometría Sagrada ésta se succiona en un vórtice y crea un toroide. Este Toroide es lo que organiza y ordena la energía y genera un punto cero, un punto de vida. Un espacio donde la vida puede prosperar y reproducirse.
Esto lo podemos encontrar ejemplificado en la Naturaleza ampliamente, en la ramificación del corazón y de todo lo viviente.
¿O te haz preguntado por qué en el centro de quietud de un huracán vemos una estrella pentagonal? ¿qué busca crear la naturaleza con esa geometría? busca, entre otras cosas, distribuir y compartir energía en diversos niveles. Y el pentágono al tener inscrita la relación áurea (1 razón de 1.618 veces) se ocupa de ello.
Pentaflor y Flor de la Vida
Es por ello que en el proceso de creación primero encontramos la energía caótica electromagnetica que se ordena en patrones recurrentes en torno a un punto cero para comenzar a girar en torno a éste punto cero y creando un toroide almacenar incercia de giro. La succión más allá de la velocidad de la luz que se logra por el acomodo no destructivo de ondas en este toroide crea la gravedad. La gravedad, explicada científicamente, es la aceleración no destructiva de ondas del voltaje, de la fuerza electromagnética. Es decir, geometrícamente, primero se crea la succión de espirales, el tubo toro o toroide, representado por la Pentaflor (que es un todoide visto desde arriba) y despues se crea el patrón de la Flor de la Vida.
Primero se crea el vacío que succión la energía de dentro hacia afuera. Luego las espirales áureas que ordenan y distribuyen la información y la energía, y una vez almacenado esto en un toroide almacenan fuerza centripeta e irradian fuerza gravitacional. Matematicamente primero atravezamos la secuencia numerica Fibonacci (0, 1, 1, 2, 3, 5, 8 , 13, 21, 34, etc) y una vez compleatado el ciclo todoidal se reproduce esta meta-unidad en el patrón de la secuencia numerica binomal.
La Pentaflor es la imagen de la mólecula del ADN, la vida misma, y está creada por 10 espirales áureas contrarotatorias, cinco en un sentido y cinco en el otro esentido. Es la vista en 2D de un toroide. Sirve para crea un punto cero, un movimiento de implosión y explosión de la energía para crear la materia. Es una imagen extraordinaria para armonizar y reestablecer un orden de vida.
De la Pentaflor a la Flor de la Vida como bien lo expresa el camino que recorre el espermatozoide (energía libre, caótica) buscando el punto cero en el óvulo que por una diferencia de potencial eléctrica gigantesca el óvulo succiona, implota el espermatozoide, llevandolo por una esprial hacia el centro, hacia el núcleo y creando un toroide. Una vez completado el toroide, pasando desde el circulo cerrado en sí mismo hacia el toroide que incorpora el exterior hacia el interior y viceversa se fijan la secuancia de duplicación, de contención y acumulación que representa la Flor de la Vida.
Geometría en 3D
Pentaflor en vista angular
Pentaflor en vista lateral
Pentaflor en vista superior / inferior
Phi, número de oro, número áureo; proporción dorada o proporción áurea
Phi es uno de los tres números irracionales de mayor importancia en las matemáticas, junto con euler y pi. Phi es un número que puede derivarse de la secuencia numérica Fibonacci o de cortes geométricos. Phi, al ser un número irracional,es infinito. Phi, como dijimos anteriormente, es igual a 1.618033...
El número áureo es uno de los dos grandes tesoros de la Geometría. El astrónomo Johannes Kepler dijo que el primero de los tesoros es phi y el segundo es el Teorema de Pitágoras. En un triángulo, phi forma las dimensiones de la gran pirámide de Egipto. Con una regla y un compás, podemos crear el rectángulo áureo. El rectángulo áureo se usa extensivamente en la Arquitectura, fue usado, por ejemplo, para la construcción del Partenón Griego. Phi también define las dimensiones del pentágono.
En esta imagen, podemos notar la manera en la que la proporción dorada gobierna los trazos del pentágono. A:B como B:C, como C:D, a razón de 0.618033 (el inverso de phi).
Secuencia numérica Fibonacci
La secuencia numérica Fibonacci surge de la suma de los dos términos anteriores, cualesquiera que sean los primeros dos términos. A partir del vacío y de la unidad, o sea, del 0 y del 1, comienza la secuencia: 0, 1,1,2,3,5,8,13,21,35, etc.
Derivamos phi de esta secuencia dividiendo cualquier número por su inmediato anterior. Es importante notar que, en la medida en la que nos alejamos del 0 y tomamos términos más grandes, el número phi se va refinando. Así, el valor de phi para el 6° y 56° número es de 1.6666..., mientras que el valor para el 30° y el 29° es de 1.6180339887... El número phi (pronunciado "fi"), 1.618033... lo podemos derivar de tres maneras: matemáticamente, geométricamente y por secuencia numérica.
En el ser humano, el ombligo marca la proporción dorada en relación a nuestra altura total y la nariz en la altura del cráneo. En el mundo inorgánico, aparece en el número de rayos que emergen a partir de un único rayo de luz, que alcanza la superficie de dos hojas de vidrio en contacto, emerge en la secuencia de los electrones de un átomo de hidrógeno al cambiar su estado de energía y brincar de las órbitas inferiores a las superiores y luego regresar a su estado original.
Espiral dorada o espiral áurea
La espiral dorada es una de las formas que, por naturaleza, expresan la armonía perfecta del Universo.
Esta imagen está construida a partir de triángulos dorados y la podemos observar con toda claridad en la concha del Nautilus (ver más información en nuestra sección de matemática). La espiral dorada es el camino que siguen las ondas (la vida) para salir o entrar hacia el punto cero: el origen de la vida, el vacío.
Vesica Piscis- reproducción mitótica celular
Hemos mencionado que la creación se originó en el vacío y del vacío surgió la Ley de Unidad. Esta ley de Unidad, consagrada en el tubo toroide, es creadora de nuestra conciencia cuando posicionamos, en alguno de sus extremos, nuestro foco atencional y creamos otro tubo toroide. En el patrón del Génesis, es el segundo día de creación, en el que se crea la luz. Es el surgimiento de la aparente dualidad y el surgimiento verdadero de la Ley de Tres Geométrica. Con este movimiento del espíritu, surge la Vesica Piscis. La forma que tiene esta figura es la misma forma de todo aquello por donde entra o sale luz o energía/materia. La forma de nuestros ojos, la vagina, la uretra, etc., son ejemplo de ello. En esta figura esta contenida la raíz cuadrada de 2, 3 y 5.
Vesica Piscis- reproducción mitótica celular
Semilla de la Vida - Estrella Tetraédrica
Representa el principio del Génesis. El Huevo de la Vida son los trazos que surgen de dos tetraedros imbricados y nos habla de la manifestación de la Ley de Octava Geométrica. La Fruta de la Vida es la plantilla de la tercera dimensión en la que superponemos los sólidos platónicos. La Estrella de Metatron es la estrella de vida que surge cuando imbricamos armónicamente todos los sólidos platónicos y creamos una Estrella Madre. Esta estrella contiene y es capaz de organizar la frecuencia y la velocidad de las ondas/eventos. Finalmente, como expresión última, de la extensión de los trazos de la Semilla de la Vida surge la Flor de la Vida. La Flor de la Vida es la expresión mas refinada de la creación. Contiene, holográficamente, a todos los sólidos platónicos y todas las figuras mencionadas.
En el curso uno de Psicogeometría, trazamos estas figuras y creamos mayor interconectividad entre los hemisferios cerebrales. La Flor de la Vida nos invita a despertar nuestra visión objetiva de la realidad.
Flor de la Vida = acumulación
El patrón de la Flor de la vida es un patrón de reproducción del Toroide, simbolizado por un círculo, que forma una matriz hexagonal. Sirve para contener, acumular y solidificar la vida creaa por la Pentaflor, por la secuencia numerica fibonacci. La Flor de la Vida es un símbolo antiquisimo utilizado en muchas culturas en diversos tiempos y latitudes, sibmoliza la capacidad de la vida para reproducirse y sostenerse pues en su estructura comprende la secuencia numerica binomial que es aquella que sigue las vida celular cuando se comienzan a reproducirse, de 1 pasa a 2, luego a 4, 8, 16, 32, etc. Esta secuencia no sirve para crear vida, la Flor de la Vida no crea vida, ni la distribuye, mucho menos genera un flujo de abundancia o un movmiento ciclico sino que contiene todo aquello generado por la Pentaflor. Es el simbolo por excelencia de las escuelas hermeticas, de las escuelas ocultas que acumulan el conocimiento, que lo encierran. Geometricamente la Flor de la Vida es un cubo visto en perspectiva isometrica a 30 grados. El cubo no contiene phi, el número áureo pero sí contiene la raíz de 2 y la raíz de 3 que estructuran y reproducen la vida.
Mientras que la Pentaflor crea un punto cero, un vortice de implsoión y explosión, ordena y distribuye la vida, (representada por las sociedades abiertas de conocimeinto en libre acceso), la Flor de la Vida reproduce esta creación y le da posibilidades infinitas de manifestaciones geometricas tales como los sólidos platónicos y los sólidos arquimedianos, entre otros.
Semilla de la vida - génesis
Semilla de la vida - génesis
Flor de la Vida 2do circuito
Flor de la Vida = 3er circuito
Flor de la Vida = 4to circuito
Flor de la Vida = patrón final
El Árbol de la Vida es una de las figuras geométricas más antiguas que han sido usadas por la humanidad. Geométricamente, está formado por un tetraedro, un hexaedro y un dodecaedro. Los cabalistas se han dedicado a su estudio. Representa un código que nos da las pautas de evolución, que se ha mantenido en secreto en los círculos del poder.
Flor de la Vida = 4to circuito
Flor de la Vida = patrón final
Cada uno de los vértices del Árbol de la Vida simboliza, para los cabalistas, una sefira. Cada sefira es un atributo de Dios. En Psicogeometría, estudiamos el origen y las implicaciones geométricas de esta figura, no solamente desde la perspectiva cabalista, sino desde un ángulo psicológico vinculado a nuestro cuerpo por medio de tres sistemas: el digestivo, el endocrino y el nervioso.
El proceso de creación de la vida ha sido descrito a lo largo de la humanidad por diferentes culturas. Algunas han sembrado su conocimiento en una síntesis geométrica. Los trazos como los que exponemos abajo se han encontrado en todas las latitudes y en todos los tiempos.
La Fruta de la Vida - Desdoblamiento de la ley de 13
Sólidos platónicos
Los cinco sólidos platónicos, llamados así porque Platón fue el primero en escribir sobre ellos, tienen la característica de ser cuerpos tridimensionales que tienen caras regulares. Las caras regulares son caras o polígonos cuyos lados son iguales, como el triángulo equilátero, el pentágono y el cuadrado. Los cinco sólidos platónicos son la base de la construcción de la materia y los encontramos relacionados con nuestra conciencia a través de los cinco centros de comando. Los sólidos son los siguientes: el tetraedro (4 caras triangulares), el hexaedro o cubo (6 caras cuadradas), el octaedro (8 caras triangulares), el icosaedro (20 caras triangulares), y el dodecaedro (12 caras pentagonales).
Además, podemos relacionar cada uno de los cinco sólidos platónicos con las retículas terrestres y con los Cinco Elementos de la tradición china, como sigue a continuación (de izquierda a derecha):
* Tetraedro: Fuego
* Hexaedro: Tierra
* Octaedro: Aire
* Icosaedro: Agua
* Dodecaedro: Madera
Los matemáticos han descubierto que la proporción dorada se encuentra presente en tres de estos cinco sólidos platónicos: en el octaedro, el dodecaedro y el icosaedro.
En el interior del dodecaedro y del icosaedro, podemos dibujar tres rectángulos dorados. Están dispuestos de tal forma que sus esquinas tocan todos los puntos centrales de las caras pentagonales del dodecaedro y todos los vértices del icosaedro. Además, es importante mencionar que si extendemos los vértices del dodecaedro o del icosaedro, obtendremos su recíproco. Es decir, si extendemos los vértices del dodecaedro, obtendremos un icosaedro y, si continuamos haciendo lo mismo, obtendremos un dodecaedro en una siguiente dimensión y así infinitamente hacia adentro, o infinitamente hacia fuera. Este principio de recurrencia fractal nos marca la pauta de creación en el Universo.
Terapia con poliedros (sólidos platónicos + sólidos arquimedianos, entre otros)
"Existen muchos tipos de terapias que inciden en los diferentes cuerpos del cuerpo humano. La Psicogeometría se enfoca en "fractalizar" o reajustar la geografía geométrica de los cueros sutiles del ser humano para crear mayor inclusividad armónica. Se promueve la dinámica natural de los vórtices de implosión/explosión en el cuerpo gravitacional y se busca reordenar los patrones de frecuencias del cuerpo electromagnético. La terapia con Psicogeometría es una forma para reestablecer la polaridad electromagnética y crear anidación de campos gravitacionales en el cuerpo humano. El cuerpo electromagnético se puede atender con emisiones lumínicas, sonidos de alta o baja frecuencia, mientras que el cuerpo gravitacional con poliedros (formas geométricas en 2 o 3 dimensiones).
En la psicogeometría del cuerpo tenemos, básicamente, un toroide vertical central llamado Toroide Mayor que vincula los trece toroides horizontales en el cuerpo gravitacional. Estos trece toroides están vinculados a los trece sólidos arquimedianos. La gravedad comprime a un cuerpo, busca su máximo nivel de ordenación y, por lo tanto, el mayor nivel de fractalidad; la prueba que se libra aquí es ser capaz de ordenar un mayor número de experiencias sin generar calor, sin crear fricción. Por otro lado, tenemos un cuerpo electromagnético que se alimenta de diferentes frecuencias tanto eléctricas como magnéticas del entorno y del interior del cuerpo y está regulado por el sistema de cinco toroides horizontales, por los meridianos de acupuntura y los nadis, entre otros.
La diferencia central entre ambos cuerpos es que el cuerpo electromagnético, que tiene polaridad positiva o negativa, tiende al caos y necesita ser alimentado de campos electromagnéticos de mayor coherencia y de frecuencias sónicas o lumínicas con proporciones sustentables, mientras que el cuerpo gravitacional tiende al orden, pero necesita fi jar un punto de atracción, un punto cero sobre el cual se aniden los campos gravitatorios: si no se tiene un punto de implosión/explosión para succionar el voltaje del cuerpo electromagnético más rápido que la velocidad de la luz, no se puede producir gravedad. Nuestro ADN es el mecanismo capaz de lograr dicha hazaña.
No es que el poliedro "cure" o sane a la persona. El poliedro ayuda a que el cuerpo gravitacional de la persona recuerde la forma perdida. Incluso puede pasar que sea nuestro propio campo gravitatorio el que incida una onda larga en el cuerpo gravitatorio de la otra persona, sirviendo el poliedro,en este caso, como una "muleta", es decir, un disparador de la fractalidad inherente en el cuerpo humano, en la sabiduría cósmica que está contenida en cada parte de nuestro cuerpo.
Para medir cómo impacta la terapia con poliedros podemos usar herramientas de ioretroalimentación (o biofeedback) que es una forma alternativa de medicina que involucra la medición de funciones corporales del sujeto, tales como la presión sanguínea, el latido del corazón, la coherencia interna del corazón, la temperatura y sudoración de la piel, la tensión muscular o la actividad cerebral. Estas mediciones se hacen en tiempo real y, en ocasiones, se utilizan para que la persona cobre conciencia de su actividad inconsciente.
Los sistemas que hemos utilizado para ver las respuestas del cuerpo ante el ordenamiento de la geometría y la irradiación del cuerpo gravitacional y electromagnético de la persona son unos sistemas llamados Hearttuner y Blisstuner, que miden las ondas del corazón y del cerebro, respectivamente. Estos sistemas fueron conceptualizados por el investigador D. Winter, y desarrollados por el Ing. F. Bovenkamp. El Hearttuner, a diferencia de otros sistemas de medición, es un dispositivo que mide la coherencia interna de las ondas del corazón, mide el HRV o Heart Rate Variability (variabilidad del ritmo cardiaco), que es la defi nición médica de salud. En otras palabras, es la capacidad que tiene el corazón para desplazarse en un mayor rango de frecuencias. Es el poder para habitar un mayor número de ondas y de emociones, eventos y energía. Además del HRV, medimos la IC o internal coherence (coherencia interna). Los puntos donde se incremente la coherencia interna o suba el HRV son los lugares donde el corazón está "diciendo" que necesita tal o cual geometría.
El sistema integral es llamado CAS o Coherent Analysis System (Sistema de Análisis de Coherencia) y busca la interconexión entre las ondas del cerebro y las del corazón. Las ondas cerebrales están montadas sobre el voltaje del corazón, sobre las ondas electromagnéticas del latido cardiaco. Cuando se vinculan adecuadamente ambas ondas, obtenemos un registro de frecuencias parecido a un caduceo serpentino que implota la energía del exterior hacia el interior, nutriendo el ADN.
En la imagen de abajo encontramos formas geométricas reestableciendo el nivel de inclusvidad armónica de una persona. Esta foto fue tomada en el consultorio de un amigo y colega el Dr. Santiago Córdoba.
Estrella Madre o Estrella de Metatrón
En la animación de abajo podemos ver la Estrella Madre o Estrella de Metatrón. Son los cinco sólidos platónicos contenidos uno dentro de otro, en un espacio de embonación perfecto. De adentro hacia fuera, podemos observar, de amarillo, el dodecaedro; de azul claro, el icosaedro; de verde, el octaedro; de rosa, el tetraedro y, de negro, el hexaedro o cubo. Este patrón de anidación permite a las ondas/eventos embonar hacia el centro de gravedad de la materia sin autocancelarse ni cancelar a otras ondas/eventos. En Psicogeometría, utilizamos una técnica terapéutica que nos permite arreglar los eventos dolorosos de nuestra vida en un patrón similar, para que el evento pueda sortearse en nuestro escenario interno de conciencia y ordenarse de tal forma que no genere una confrontación interna. La solución del conflicto no radica únicamente en cobrar conciencia del conflicto, sino en disponer este conflicto en una estructura geométrica que nos reestablezca nuestra paz interna.
Esta forma es la anidación exacta del acomodo atómico del núcleo y su relación con las órbitas eletrónicas según lo demostró el Dr. Moon en los ochenta. Es la forma del átomo del oro y del paladio por lo cual permiten distribuir carga eléctrica tan eficientemente que puede ser disuelto cuando es un monoatomico en agua y por tanto, en la sangre, aumentando el nivel de inclusividad armónica de ondas por el restablecimiento de la geometría fractal del universo.
Geometría Sustentable, Geometría Sagrada y Psicogeometría
Extracto del libro "El Poder de la Vida en la Geometría Sagrada y la Arquitetura Biológica de Arturo Ponce de León y Ninón Fregoso" Adquierelo aquí
®Todos los derechos reservados. Autor del documento: Arturo Ponce de León para Psicogeometría México. Colaboración: Ninón Fregoso.Se autoriza la reproducción del material contenido en este sitio siempre y cuando se cite la fuente y se respete la integridad del texto.
Capítulo 8. Siete Leyes de Creación.
Hay leyes en Geometría Sagrada que dan sustento, forma y coherencia al sistema de la vida. Estas son siete y comprenden: ley de vacuidad, ley de campo unificado, ley de autorecurrencia, ley de polaridad, ley de contención, ley de distribución y ley de fractalidad. Estas leyes son producto de la observación de las constantes que rigen el proceso de creación de los toroides en el universo y, por lo tanto, de las distintas manifestaciones de la vida y el eterno cambio y transformación hacia el binomio muerte/vida.
8.1. PRIMERA LEY: Ley de vacío
La ley de vacuidad parte del hecho de que todo en el universo surge de un punto cero, de un Ser adimensional, adireccional, es decir, de un espacio que, potencialmente, puede serlo todo, pero que no se ha manifestado. Desde un lugar no-manifiesto, la ley de vacuidad nos permite comprender que todo parte del vacío y regresa al vacío. Aquí no nos referimos a un vacío como cuando decimos que "me siento vacío por no tener rumbo ni destino en la vida", sino a un vacío fractal, un vacío luminoso, un vacío donde, en potencia, puedo encontrar la totalidad de experiencias en el Universo. Por ejemplo, el vacío ocupa aproximadamente el 98% del volumen del Universo, y la materia brillante conocida como tal, el 2% restante.
La vacuidad (en sánscrito sunyata) es sustrato dinámico de toda existencia. Cuando se dice que las cosas son vacío, se sugiere una realidad última que no puede clasificarse en categorías lógicas. Todos los fenómenos están, en esencia, vacíos de toda sustancia propia, ya que, en un sentido, no son más que manifestaciones pasajeras en una corriente de manifestaciones sin fin. Pero, a pesar de que sunyata no tenga forma, lo impregna todo. El vacío, relacionado con el número cero, tiene connotaciones enteramente receptivas. Para que pueda concebirse la vida humana, una mujer debe ser capaz de mantener el vacío en su útero; la concepción sólo puede ocurrir si se produce un espacio de vacuidad en el contacto entre el cuerpo femenino y el masculino. Nuestro cerebro interactúa con ese campo informacional que algunos llaman campo cuántico y otros, como el físico cuántico estadounidense D. Böhm, el orden implicado. Los físicos actuales hablan de un campo espacial y sinérgico en la Teoría Sinérgica del renombrado (y desaparecido) científico mexicano J. Grinberg.
La ley del vacío o ley de vacuidad implica que todo en el universo existe potencialmente, que el origen de la vida sólo puede darse en el momento en que la conciencia crea un espacio negativo, es decir, carente de toda información o sustancia y en esa carencia, en ese espacio potencial, surge la vida.
En esta etapa del proceso de creación se fija un lugar, un espacio donde se ancla un punto cero, un lugar donde la energía va a implotar/explotar. Psicológicamente, cuando se trabaja incorrectamente esta ley, la persona vive sin un punto de anclaje, sin un punto de base, sin una vocación sobre la cual pueda volcar su vida. El primer paso, entonces, es fijar un punto cero, un punto de implosión/explosión, un eje de giro.
8.2. SEGUNDA LEY. Ley de unidad: campo unificado
Hay leyes en Geometría Sagrada que dan sustento, forma y coherencia al sistema de la vida. Estas son siete y comprenden: ley de vacuidad, ley de campo unificado, ley de autorecurrencia, ley de polaridad, ley de contención, ley de distribución y ley de fractalidad. Estas leyes son producto de la observación de las constantes que rigen el proceso de creación de los toroides en el universo y, por lo tanto, de las distintas manifestaciones de la vida y el eterno cambio y transformación hacia el binomio muerte/vida.
A partir del cero, del vacío, por contraposición surge la totalidad, el uno. El símbolo phi Φ codifica la secuencia de la vida, el cero y el uno. En Física, se reconoce la existencia del campo unificado como el fenómeno universal que demuestra la conectividad de toda la materia y la energía, vía un medio de existencia física. En esta disciplina, la teoría del campo unificado (aún en desarrollo) es un tipo de teoría de campo que permite que todas las fuerzas fundamentales entre las partículas elementales puedan ser escritas en términos de un sólo campo teórico-descriptivo.
El término de campo unificado fue acuñado por el célebre ingeniero e inventor N. Tesla, cuando buscaba unificar la teoría general de la relatividad con el electromagnetismo en una sola teoría de campo. El llamado Modelo Estándar de las partículas físicas es una teoría que describe tres de las cuatro interacciones fundamentales entre las partículas elementales que crean la materia. Es la llamada teoría de campo cuántico, desarrollada entre 1970 y 1973, que es consistente tanto con la mecánica cuántica como con la relatividad. Sin embargo, la teoría del Modelo Estándar aún no está completa pues no incluye la gravedad.
Para ello, los científicos tienen que considerar un modelo de Geometría fractal con múltiplos y submúltiplos de phi, como en cierta forma lo propone el Dr. estadounidense en física teórica, M. Kaku, en la teoría de campo de cuerdas que incluye la base de toda sustancia. El hiperespacio es una forma de espacio que tiene cuatro o más dimensiones. El término aparece tanto en geometría como en la descripción informal de ciertas teorías físicas. Las cuerdas están ensambladas en una estructura de súper simetría que permite comprender por qué vivimos en un universo de 10 y/o 26 dimensiones, y por qué el universo de 10 dimensiones se partió en 4 dimensiones espacio-temporales y 6 dimensiones nucleares, (probablemente, la unidad se escindió en una partición áurea con dos sectores, uno de 0.618 y el otro de 0.382).
En Física, las fuerzas entre los objetos no son transmitidas directamente entre dos objetos, sino mediante una entidad intermediaria llamada campo. Las cuatro fuerzas fundamentales están mediadas por campos. Estas fuerzas, que buscan ser unificadas por los científicos, son (de la más fuerte a la más débil): la fuerza nuclear fuerte, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear débil y la fuerza gravitacional.
La fuerza nuclear fuerte es la responsable de mantener unidos los quarks (unidades que se unen para formar neutrones y protones en el núcleo del átomo) y las partículas de intercambio que la median son los gluones. En la física de las partículas, los quarks son los constituyentes fundamentales de la materia, junto con los leptones. A la fuerza electromagnética la entendemos como la que actúa en partículas cargadas eléctricamente y sus partículas de intercambio son los fotones. La fuerza nuclear débil es la responsable de la radiactividad y es una interacción repulsiva de corto rango que actúa en los electrones, neutrinos y quarks. Finalmente, la gravitacional es una fuerza atractiva de amplio espectro que actúa en todas las partículas con masa. Las partículas de intercambio de ésta última son conocidas como gravitones.
La gravedad no se ha logrado incluir en la teoría de campo unificado debido a la diferencia de estructura entre la Relatividad General y las interacciones fuerte y débil. En la Física teórica actual, se cree que una teoría cuántica de la relatividad general demanda ir más allá de la teoría de campo con marcos de referencia, como es la teoría de cuerdas o la gravedad cuántica con lazo (LQG, Loop Quantum Gravity). En esta rama de la Física, la Geometría Cuántica forma una serie de nuevos conceptos matemáticos que generalizan los conceptos de geometría, cuyo entendimiento es necesario para describir los fenómenos físicos en escalas muy cortas.
D. Winter propone que el campo fractal, basado en que la compresión de carga fractal o no-destructiva, al estar creada con la proporción áurea (y generar puntos de implosión), es la simetría esencial, la causa de la creación de la materia, la gravedad, la biología, la auto-organización, la simbolización, la conciencia y las experiencias de iluminación. Debido a que todo el crecimiento biológico está limitado por su habilidad para absorber energía, es evidente que la mejor manera para comprimirla y nutrir a los organismos biológicos es por medio de la fractalidad. Ya que la fractalidad es la Geometría perfecta para la compresión, lo que define la vida es la Geometría perfecta de la distribución eficiente y de la irradiación de energía.
Después de millones de años de evolución, la Naturaleza encontró la simetría de la vida y ésta la encontramos en el ADN, las plantas, las personas y las galaxias. Esta evolución está basada en la Proporción Áurea Fractal. Esta proporción permite que se cree una compresión y, por ende, que surja una distribución de carga. A tal proceso se le llama el "campo fractal". Ningún biofísico hoy en día podría imaginar otra definición eléctrica de la vida y la conciencia: la perfecta maquinaria que distribuye energía eficientemente.
Sin embargo, parece que los seres humanos nos empeñamos en construir casas, ciudades, sistemas de pensamiento y culturas donde el campo de carga o energía no es fractal y esto ocasiona que las personas enfermen y no maduren. Metafóricamente, diríamos que el ser humano es la única fruta que puede pudrirse sin madurar. Todo esto sólo porque algunos biofísicos no han considerado que el único patrón de campo eléctrico que puede nutrir el ADN es aquel que se asemeja a una rosa, técnicamente llamado patrón de Pentaflor. La vida es la distribución de carga o energía que puede ser comprimida gracias a su Geometría fractal.
La teoría de campo fractal brinda poderosas soluciones para la mayoría de los problemas mundiales, como son la creación de paz mundial, la agricultura, la Arquitectura, la Genética, el biofeedback entre el corazón y el cerebro (bioretroalimentación para vincular las ondas del cerebro con el corazón), el diseño urbano, el clima, la obtención de energía, la curación de enfermedades, la salud celular. Ya que todo el crecimiento biológico está limitado por su habilidad para absorber energía, es evidente que la mejor manera de comprimir esta energía es usando fractales. La definición de la vida la podemos entender gracias al concepto de fractalidad, pues ésta es la Geometría de la compresión y la Geometría de la distribución.
M. Faraday, físico y químico británico, observó que la capacidad eléctrica es a la gravedad lo que la inductancia es al magnetismo. Si Faraday está en lo correcto, entonces la energía almacenada en el capacitor está en la forma de un campo gravitacional.
T. Brown, físico estadounidense, también encontró que en capacitores cargados ocurría una reducción del peso sólo si la placa positiva está arriba de la placa negativa. Si la placa negativa está sobre la positiva, entonces el dispositivo incrementa su peso. Brown descubrió que un capacitor tiende a moverse en la dirección de la placa positiva y que ocurre una pérdida de peso cuando las placas están perpendiculares al gradiente local de gravedad. Finalmente, tiempo más tarde, otro físico estadounidense, D. Davison observó que el cambio de peso es mayor si un capacitor pequeño se anida en uno mayor. Sin embargo, añadimos nosotros que, si este arreglo se hace anidando capacitores en la proporción áurea o con proporciones de las 3 constantes geométricas o las 3 constantes matemáticas, se facilita la recursividad de ondas para producir una óptima compresión de carga y generar mayor gravedad. Dispositivos arreglados de esta manera producen un efecto de campo iónico.
No es necesario tener un doctorado en Física para comprender lo que se requiere en el campo unificado: geometría de compresión. Es razonable pensar que si se comprime energía, se almacena la inercia de esa energía (o carga), en lo que los físicos le llaman masa. Lo que algunos físicos no pueden ver es que las ondas se valen de la recursión de phi para mandar una parte de esa inercia a la velocidad de la luz, al punto de implosión, para producir el monopolio magnético que Einstein nombró como gravedad. La Ley de Unidad Psicogeométrica acepta que el universo está constituido por una sustancia única llamada energía de punto cero. En Hidrodinámica, el fenómeno llamado óptima traducción de vorticidad es donde la inercia de una línea (energía) se traduce en la fuerza para formar espirales y crear materia o masa.
El primer movimiento que se realiza en el campo unificado es el movimiento en espiral. Tal movimiento está simbolizado por la lágrima del ojo de Horus y también se puede ver en el movimiento ondeado de los bailes indígenas árabes o hindúes para reforzar la fecundidad en las mujeres. Es también el movimiento que hace el agua para cargarse y producir iones negativos. La sensación de exquisito bienestar que nos inunda cuando damos un paseo por un parque después de que ha llovido, se debe justamente a la presencia de iones negativos que son benéficos para la vida. Siendo esto contrario al ambiente asfixiante que se produce en lugares cerrados con mucha carga de contaminación electromagnética, aire acondicionado y poca vida orgánica.
8.3. TERCERA LEY. Ley de auto-recurrencia o Tubo Toro
Ahora bien, existe una tercera ley, la Ley de Autorrecurencia, que ocurre cuando la espiral áurea que surgió del vacío completa un ciclo y recurre sobre sí misma. Es la espiral dorada que llega a los límites impuestos por pi y comienza el giro para circunscribirse en la esfera y llegar a torcerse y tocar el otro lado de la esfera. Es el momento en el que se construye el toroide. Las ondas sinusoidales, es decir, los vórtices toroidales, los agujeros de gusano o lo que también conocemos como la teoría de supercuerdas, almacenan inercia cuando la onda-partícula recurre en el punto cero.
La onda-partícula también puede representar cualquier evento en nuestra vida. Hasta que no llegue el momento en que una experiencia gire sobre sí misma, hasta que una persona no se conozca a sí misma, no puede completar el ciclo toroidal. Esto ocurre en muchos niveles, ya que el toroide cuando termina un ciclo en sí mismo, comienza otro ciclo en una escala diferente de percepción.
En Psicologeometría, esta ley la entendemos como el ciclo que completa una experiencia para cerrarse sobre sí misma, pero siempre dejando un hueco en el centro. El problema que puede surgir aquí es cuando una persona cree que es una esfera sin darse cuenta que en realidad es un toroide (donde todos los eventos están concatenados a todos los demás) donde la realidad interior codifica la realidad exterior y viceversa, cierra el ciclo y no se abre a recibir un nuevo ciclo toroidal.
8.4. CUARTA LEY. Ley de Polaridad o de Opuestos Complementarios
Existe otra ley más, La Ley de Polaridad o de Opuestos Complementarios, que es crítica en la percepción mecanizada que tenemos de un mundo dual. Somos herederos de una lógica positivista que nos ha hecho creer, mediante enormes esfuerzos publicitarios, que la realidad sólo puede ser de una u otra manera. Un sistema de pensamiento positivista que genera, de manera irremediable, que se disparen rasgos de escisión psíquica. Es esa estrechez de miras en la que lo bueno y lo malo están siempre separados, que los opuestos son irreconciliables, que la luz existe sin la oscuridad y el largo etcétera que sucede como producto de dicho pensamiento maniqueo.
La lógica dialéctica, por el contrario, es la doctrina de la unidad de los opuestos, aquella que los incluye y que no puede ver la manifestación de un aspecto de la realidad sin el opuesto inmediato. El acto mismo del conocimiento es la introducción de la contradicción, dice la dialéctica Hegeliana.
Así como la ilusión que surge de la Ley de Auto-recurrencia es el sentirse completo y totalizado, sin darse cuenta de que las experiencias no son esferas acabadas sino toroides con ciclos de movimiento interminable; en esta ley surge la gran ilusión de los opuestos enemigos, contradictorios e irreconciliables. La experiencia vista a dos bandos contrarios sin su relación toroidal puede dar pie a fomentar nuestros rasgos psicóticos. En otras palabras, estamos hablando de la ilusión de la escisión del ser.
Si consideramos los opuestos que se unen para poder funcionar, recordemos que tenemos un lado implosivo y otro explosivo en el toroide y, para que existan, se tienen que permitir a uno implotar y al otro explotar. El lado explosivo es cuando la energía/materia va del punto cero hacia el exterior, cuando se ve atraído hacia el norte, pero con polaridad sur. Tiene distintas asociaciones semánticas, todas ellas referidas al mismo proceso de explosión: es el yang, lo masculino, es desenvolvente, es lo positivo, se mueve realizando un levogiro (gira en contra de la manecillas del reloj), tiene el poder de la separación, genera calor y es la suástica que va hacia la izquierda. También está asociado a la raza "adámica", al color rojo y a la fuerza eléctrica. Considerado como un movimiento que busca llevar la Tierra al Cielo, la materia a la energía, busca la libertad, el caos, el rompimiento del orden, busca generar muerte y transformación. Para un ser humano el movimiento explosivo es la conquista material.
Cuando la onda se desplaza en sentido explosivo, del centro hacia la periferia, haciendo el recorrido dentro del toroide y logrando su punto de máxima expansión, llega a una zona de no retorno (la parte más ancha del toroide), donde cambia su polaridad y comienza un ciclo implosivo.
El lado implosivo es aquél que gira del exterior hacia el interior, en un sentido convergente. Tiene asociaciones a características femeninas, es biomagnético norte y le atrae el sur, es el yin, envolvente, centrípeto, es lo negativo y se mueve realizando un dextrogiro (gira a favor de las manecillas del reloj), tiene el poder de la unión y genera frío. Tiene connotaciones de la raza "evaica", se asocia con el color azul y con la fuerza magnética. Podemos considerarlo como un movimiento que busca llevar el Cielo a la Tierra, lo eléctrico a lo magnético. Lo que busca este movimiento es restablecer el orden, despojarse de las "vestiduras" para pasar por el punto cero.
"Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el Reino de Dios", dice la frase que simboliza este proceso geométrico donde el reino de Dios es el vacío y conforme el camino implota, se va estrechando, haciéndose único. La vida espiritual nos lleva a la introspección y nos filtra hacia el centro de nuestro propio Ser. Su misión es llevar la energía libre desordenada hacia el orden supremo y, finalmente, disolverse en el punto cero. Por ejemplo, la suástica que encontramos en el pecho de Buda es una suástica implosiva que gira hacia la derecha, pues busca generar un camino de recogimiento del Ser para habitar el Vacío, la Nada/Todo, la Semilla. Este camino es el desarrollo de la vida espiritual.
El punto cero puede ser llamado punto de implosión o de explosión, dependiendo de la dirección de movimiento del toroide. Este proceso recursivo es eterno y continuo, la ilusión de la separación nos hace creer que no es así, pero veamos el siguiente ejemplo: una persona nace, se ubica en el punto cero y comienza su recorrido explosivo en la vida. Busca tenerlo todo, saberlo todo, abarcarlo todo, destruye el orden, vive sus crisis de vida y rompe con lo establecido; puede terminar probando cualquier tipo de sustancias tóxicas que le hagan explotar su coherencia interna. Puede llegar a convertirse en una persona que destruya la vida.
Luego, llegado a un punto de máxima irradiación de su experiencia, más o menos a la mitad de su vida, entre los 38 y los 42 años, de forma súbita cambia su polaridad y su vida se torna implosiva. Comienza a importarle menos el poder, el sexo y el dinero y busca con mayor fervor la vida introspectiva, la meditación, las prácticas espirituales. Quizá hasta renuncia a sus posesiones o las regala para un fin social. Con su dinero y saber, funda escuelas, instituciones de ayuda para las personas con adicciones, ayuda a reforestar los bosques, etc. De tajo, su vida se orienta hacia la introspección, comienza a dejar de comer en exceso, usa sólo lo necesario, no desperdicia, respeta la vida, se manifiesta en contra de las guerras, la opresión y el caos. Su vida se orienta hacia el amor, la individualidad y la libertad. Esta vida es la vida de casi todos los místicos de nuestros tiempos y tiempos lejanos. Una vida que dio el giro completo en el toroide… pero, ¿cuál es la vida "correcta"? ¿La implosiva o la explosiva, la espiritual o la material?
Pongamos otro ejemplo, una persona religiosa dedicada desde su más temprana infancia a velar por el bien social, por la humanidad, está dedicada a rezos, prácticas y desarrollo de la sabiduría interior, hasta que vive una experiencia cumbre de Iluminación, entra al vacío y se funde en ello. Habita por un instante el punto cero pero el ciclo no se detiene ahí, continúa hacia un movimiento explosivo. Deja de importarle el amor, las prácticas y los rezos y comienza a ver cómo hacer más productiva su práctica meditativa o su religión, cómo lograr mayor rentabilidad de sus prácticas terapéuticas. Se ve envuelto en una serie de circunstancias que lo orillan a ser más astuto, más perspicaz. Crece en dinero, estatus, poder, riquezas y comienza a querer acumularlo todo. Conquista otros territorios, pudiendo incluso destruir a sus antiguos enemigos; elimina a todo aquel que piense diferente a él, no por pensar distinto, sino porque su pensar diferente le implica posibles pérdidas. Quiere abarcarlo todo, quiere imponer su dogma, su fe, sus creencias a todo el mundo por medio de la muerte, la destrucción, el fanatismo. Incluso amenaza a quienes se oponen a sus leyes de acumulación de capital, a los místicos y ascetas que buscan una vida de renuncia. Los calumnia pues la renuncia, la filosofía del no consumo capitalista y el ejercicio de una vida natural con alimentación sustentable en pequeñas comunidades no es rentable, no genera plusvalor. Quizá termina corrompiendo a menores o cobijando empresarios corruptos, políticos sinvergüenzas. Hasta que muere, con su conciencia explotada, pero sus bolsillos repletos de dinero y fama. Esta historia puede ser la de cualquier sacerdote, religioso, místico, gurú o filósofo.
Lo que acabamos de describir es un ejemplo del interminable ciclo toroidal, conocido en la Filosofía Hindú, como la Rueda del Samsara. La Maya que es la ilusión de la polaridad irreconciliable. Ahora bien, regresemos a la pregunta de ¿quién es el bueno, quién el malo? Cada uno, identificado con su parte del toroide y su giro explosivo o implosivo cree que esa parte es lo correcto, lo "bueno", lo único que debe existir. Ambos bandos que se creen poseedores de la última verdad, se viven de manera incompleta pues es erróneo pensar que la vida puede existir sin la muerte, o la fuerza eléctrica sin la magnética, o la luz sin la oscuridad, o el frío sin el calor. Ambos criterios son sólo grados en la escala de movimiento de la experiencia toroidal.
La separación de los opuestos es la ilusión que sumerge al mundo en conflictos psicológicos y guerras inacabables. El aspecto negativo de la muerte es la muerte por la destrucción misma. Sin embargo, el aspecto positivo es la transformación, la transmutación por un orden mayor, uno que comprenda mayores posibilidades. La vida, en su aspecto positivo, es la posibilidad de compartir ordenadamente, pero en su aspecto negativo, es el ansía de poseer, de querer tenerlo todo, de acumular.
Parece que quienes viven vidas implosivas creen estar en lo correcto y ser los "buenos", pero quienes viven vidas explosivas también creen lo mismo. Y no importa ni para el uno ni para el otro lo que el contrario diga, ellos son lo correcto, lo "normal". La realidad toroidal nos permite ver que ambos viven en la ilusión de la separación. Tanto el místico empedernido que busca la gloria del Cielo negando la Tierra, y que quizá vive como un parásito en el mundo material, como el neoliberal desenfrenado que busca a toda costa el mayor lucro sin considerar consecuencia espiritual alguna, viven cegados. Pero, ¿cómo salir de esta ilusión, de Maya, de la Rueda del Karma/Dharma? En una vida, si se cree en ello, se puede matar a una persona que en la vida siguiente lo mata a uno, ad infinitum. ¿Y luego? ¿Cuándo se rompe la ilusión de creer que vamos de la construcción hacia la destrucción y que ambos procesos están separados?
Este proceso no es secuencial, no es lineal como podemos creer. No es que primero uno pase de ser implosivo a ser explosivo, sino que, al mismo tiempo, estamos siendo implosivos y explosivos… ¡sólo que no nos damos cuenta! Toda experiencia lleva, simultáneamente, un componente de vida y otro de muerte, de luz y de oscuridad, de femenino y de masculino. Para que una experiencia se consume, tiene que completarse el ciclo implosivo/explosivo de forma simultánea. Es sólo nuestra conciencia limitada la que nos hace creer que las cosas suceden lineal y secuencialmente.
Esta es la ilusión, la secuenciación del proceso. Imaginemos que uno quiere hacer girar una dona implotando de un lado pero sin que explote del otro… sólo tratar de hacerlo es tanto física como psicológicamente imposible, y si se llegara a lograr, ¡desaparecería la experiencia!
El camino para romper con la dualidad es la irradiación. Una manzana no crece de arriba hacia abajo, irradia desde el centro, desde su semilla. Se ubica en el centro y se expande, en simultáneo, hacia todas direcciones. El Ser no crece por partes, el amor no puede ser lineal o parcial. O se ama a todo lo que te rodea o no se ama. El amor es la expresión de individuos en libertad que se irradia en todas direcciones. El amor es el deseo de ser quien soy y de ayudar al otro a ser quien es. En última instancia podemos decir que somos un fractal de Dios, del Absoluto. El Sol no ilumina por sectores, no da su luz a ciertas partes del universo y a otras lo oculta. No. El Sol irradia. El Ser irradia. Los cinco toroides verticales y los trece horizontales irradian, a pesar de que no nos demos cuenta de ello, a pesar de estar sumergidos en la ilusión de Maya.
El trabajo de cobrar conciencia de este proceso es el trabajo de la aceptación de nuestras polaridades. Somos sujetos repletos de contradicciones, ambigüedades y paradojas, y nuestro trabajo no es borrar estas contradicciones. Debemos poder integrar los opuestos en una misma función toroidal. El trabajo psicológico no es dejar de desear, pues el dejar de desear es ya un deseo. Tampoco es borrar nuestro lado "oscuro", es decir, aquel que no aceptamos, sino que consiste en comprender, en abrazar la polaridad, en unificar nuestra sombra. Lo único que nos impide lograrlo es nuestra identificación, nuestra esclavitud, nuestra fidelidad en creer que nuestra visión del mundo es la correcta, que nuestro estilo de vida es el único y el "bueno". En el momento en que soltamos ese apego primordial, damos paso a que lo contrario se manifieste. A que la sombra, los rincones más oscuros de nuestra psique surjan y en el surgimiento se incorporen. Es a través de experimentarlo subjetivamente que uno crece en la asimilación de contradicciones. No es una teoría, no es un postulado intelectual, sino una vivencia que se experimenta con todas las entrañas de nuestro Ser.
Pensemos que la polaridad magnética y eléctrica surge por el flujo de líneas convergentes y divergentes de puntos de implosión y explosión y que a mayor diferencia entre un polo y el otro, a mayor diferencia de potencial, mayor fuerza. La madurez de un ser humano puede medirse por su capacidad para aceptar la Verdad, y la Verdad es una contradicción asimilada. La Verdad es un punto de fricción, un punto donde chocan dos fuerzas con la misma intensidad pero en sentido contrario. Freud decía que en el inconsciente no hay "barra de la censura", es decir, no hay represión entre lo que creo que está "bien" y lo que está "mal". En el inconsciente confluyen, al mismo tiempo, lo implosivo con lo explosivo. En los sueños, en los deseos sexuales, en la risa, no hay censura moral, se viven como esencialmente contradictorios. De hecho, la risa, con la contracción muscular y la liberación endocrina, es un mecanismo que utilizamos los seres humanos para asimilar las contradicciones.
La suástica es un símbolo que geométricamente representa la concentración de las fuerzas femeninas y masculinas, terrestres y celestes, en torno a un punto de atención. Puede tener sus brazos girando hacia la derecha o hacia la izquierda y esto nos habla de un giro implosivo o explosivo. Es una cruz que tiene cuatro brazos acodados como la letra gamma mayúscula del alfabeto griego. Aquella que gira hacia la izquierda y tiene sus brazos apuntando a la derecha, la svástica explosiva, fue tomada por Hitler como emblema nacionalsocialista por ser el signo solar de los antiguos arios.
Si observamos la base de operaciones de la SS alemana, vemos la misma geometría aplicada al diseño arquitectónico, por ejemplo. La suástica implosiva gira hacia la derecha, pero sus brazos lo hacen a la izquierda y está asociada a las prácticas budistas. Sin embargo, su uso se remonta a todas las culturas del mundo. Podemos observar el uso de este importante símbolo en la cultura hopi, cristiana, tibetana, china, japonesa, celta, islámica, hindú, azteca, griega, judía, entre otras.
Homologando esta imagen a la verdadera imagen toroidal que la representa, la línea vertical simboliza lo espiritual, mientras que la línea horizontal representa lo material. El punto de cruce es el punto de anulación de fuerzas, y el círculo en torno al cual está inscrito es el aumento máximo de intensidad que representa la constante de pi.
El símbolo taoísta del Yin/Yang es un concepto surgido de la filosofía oriental, fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales, opuestas pero complementarias, que se encuentran en todas las cosas. Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de sí mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se le mira desde otro punto de vista. En este sentido, la categorización sólo lo sería por conveniencia. Estas dos fuerzas, yin y yang, son la fase siguiente después del Taiji o Tao, principio generador de todas las cosas, del cual surgen.
El Tao como un Toroide, es de donde surgen el yin y el yang, el aspecto implosivo y explosivo de todo lo existente. El símbolo mismo del Yin/Yang es un toroide y a partir de los cortes que se generan en cuatro cuadrantes, se le relaciona con los cuatro puntos cardinales o las cuatro estaciones del año (siendo la inclinación de la Tierra de 23.5º la causa de las cuatro estaciones). Incluso, a partir de este principio, se originan la línea cortada yin y la línea completa yang, que dan paso a los 64 trigramas del I Ching, relacionados a los 64 codones del ADN. El símbolo maya del Hunab Kun que representa la Totalidad, contiene el mismo principio de la polaridad toroidal. Marcando cuatro direcciones o puntos cardinales, ofrece el claro sentido del flujo implosivo/explosivo.
En la filosofía egipcia tenemos, por un lado, la Escuela del Ojo Derecho de Horus que representa la información concreta controlada por el hemisferio izquierdo del cerebro. Maneja números, letras, palabras y en general la orientación masculina. Mientras que por el otro lado la Escuela del Ojo Izquierdo de Horus representa la información estética controlada por el hemisferio derecho del cerebro. Maneja la intuición y la percepción sensorial.
El principio de la díada es la polaridad. Cuando se contrasta surgen los matices y las diferencias a la luz de lo opuesto. La paradoja de la díada es que mientras parece que nos separa de la unidad, los polos opuestos que buscan atraerse nos recuerdan la unidad. La díada une y separa, en simultáneo. El proceso de creación continúa por la presencia de la polaridad. Entre mas opuestaes la polaridad mayor es la atracción. Entre más diferencia de potencial exista entre dos polos, mayor será la fuerza de unión.
Cuando el aire frío y seco penetra en el aire húmedo y caliente, se originan tormentas o lluvias torrenciales. Un rayo es una descarga eléctrica que golpea la tierra, proveniente de la polarización que se produce entre las moléculas de agua de una nube (habitualmente, las cargas positivas se ubican en la parte alta de la nube y las negativas en la parte baja), cuyas cargas negativas son atraídas por la carga positiva de la tierra, provocándose un paso masivo de millones de electrones a esta última. Los polos de una batería necesitan ser negativo y positivo para completar un circuito eléctrico. La guitarra, el violín o el piano producen sonidos por la tensión producida por los extremos de sus cuerdas. La díada, los pares de opuestos, son indispensables para comenzar con un proceso creativo. De la confrontación entre la tesis y la antítesis puede surgir la síntesis.
Psicológicamente, tenemos características masculinas y femeninas aunque seamos hombre o mujer. El grado de ánima y ánimus determinan la forma de relacionarnos con el mundo. Un bebé es creado por la unión de dos fuerzas opuestas, como el padre y la madre. El lenguaje revela pares de opuestos como bueno/malo, sano/enfermo, amor/odio, visible/invisible, izquierda/derecha, arriba/abajo, dentro/fuera, creador/creado, ganancia/pérdida, etc. Sabemos que siempre que se quiera negar una parte de la realidad, no se hace sino darle más fuerza; cuando una persona no trabaja en aceptar su sombra, sus aspectos ocultos, tarde o temprano la realidad le hará tener que verlos de frente y asumirlos. La unión de los opuestos ocurre en el toroide o Mónada.
Hay díadas o pares complementarios entendidos como aspectos psicológicos que existen en el ser humano y que debemos observar como rasgos de nuestra personalidad.
Generalmente, las parejas se unen buscando su opuesto. Una persona pasiva tenderá a buscar una asertiva. Quien vive como jefe, buscará empleados; quienes se viven como víctimas, se acercarán a victimarios. Una persona muy ahorradora, vivirá con una despilfarradora; un integrador, con un excéntrico. Una persona muy reprimida en su sexualidad o en sus emociones se inclinará por acercarse a otra apasionada. El promiscuo, con el impotente; el maestro, con el alumno; el seguidor, con el líder; etc. Todos vivimos aspectos de nuestra propia polaridad en diferentes niveles y circunstancias, cuando la realidad nos devuelve un conflicto con una persona, no hay sino que voltear a interiorizar y aceptar el aspecto aparentemente negativo de uno mismo, para no provocar el conflicto en el exterior, ya que éste es producto especular de nuestra guerra interna.
Patrón del Génesis.
El patrón del Génesis narra seis días de trabajo divino y uno de descanso. Gráficamente, lo entendemos como un círculo central y seis círculos girando en torno a éste. Cuando realizamos el trazado, somos conscientes de que la secuencia numérica binomial es la que ampara este desdoblamiento. La ley de contención está basada en la duplicación de los elementos. Es la creación de la tridimensionalidad. De hecho, es la incubación en ella. El patrón de la Flor de la Vida es un símbolo que explica los ejes x, y, z, es decir, el movimiento adecuado en la tridimensionalidad. Es la malla que nos ata y estructura en el mundo material. Es lo que le permite a la energía solidificarse como materia.
Si vemos la Flor de la Vida en plano, se ve como una figura hexagonal envuelta en un círculo doble. Si la viéramos en 3D, encontraríamos un cubo perfecto. El cuadrado tiene como base la unidad y su diagonal es √2, por tanto, es un símbolo que no permite la distribución y el compartir de las emociones, pensamientos o acciones, sino su contención.
La secuencia numérica binomial comienza con el vacío y la unidad, el cero y el uno, pero el tercer paso no es la suma del anterior, sino la duplicación de la unidad. La secuencia se construye 0,1,2,4,8,16,32,64..., y da pie a la base de la ingeniería que utiliza la tecnología artificial. Las computadoras y todo instrumento artificial se basan en esta secuencia. El lenguaje binario que se utiliza no es otra cosa que un pequeño dispositivo llamado interruptor con posiciones de encendido y apagado. Esto genera un universo infinito de posibilidades donde se logra acumular mayor cantidad de valores en el menor espacio posible. En los ocho primeros dígitos de la secuencia encontramos que podemos crear 64 valores simplemente prendiendo o apagando alguno de los números. Pensemos en crear el valor 19. ¿Qué haríamos? Prendemos la casilla sexta que tiene el valor 16, luego prendemos la casilla tercera con el valor 2 y, por último, la casilla segunda con el valor 1. Sumado, nos da el valor 19. Así podemos encontrar todos los números entre el 0 y el 64 en las primeras ocho casillas.
La retícula que se crea a partir de esta secuencia es lineal, secuencial y está basada en la duplicación. La ley de contención, amparada en el símbolo de la Flor de la Vida, tiene connotaciones enteramente masculinas por su función pero femeninas por su forma. Los círculos que crean todo el conjunto tienen referencia hacia la feminidad por sus formas de onda sinusoidal. La Flor de la Vida es una figura geométrica compuesta de múltiples círculos, arreglados en una simetría hexagonal. El centro de cada círculo se encuentra en la circunferencia que rodea cada uno de los demás. En esta figura geométrica podemos encontrar, uniendo ciertos vértices, la forma del Árbol de la Vida (que explica las leyes arquetípicas y los veintidós psicotipos humanos), la Fruta de la Vida, los cinco sólidos platónicos, la Estrella Madre o Estrella de Metatrón (que nos da la forma que tiene el llamado "cuerpo de luz" del ser humano, bíblicamente conocido como el Merkabah o Vehículo de Luz) y el Huevo de la Vida (vemos en él la Ley de Tres y la Ley de Octava, origen de las progresiones musicales y del tiempo orgánico).
La Flor de la Vida representa la fuerza que se encuentra en la división y en la especialización de actividades. En la división de funciones, el cuerpo encuentra su multiplicidad de capacidades. En la especialización, vemos reflejado el nivel de complejidad de un organismo. Actualmente, una gran parte de nuestra cultura y civilización gira en torno a la imagen de la Flor de la Vida, a la ley de acumulación. Este es, pues, el símbolo de la acumulación que llevado a su extremo negativo puede generar enfermedades inflamatorias o de irritación por la extrema fricción y el calor que se desprende de ello, así como guerras y dominación en lo social. La consecuencia de la acumulación en un cuerpo es el sobrepeso, o en una célula, el cáncer. El cáncer puede ser entendido como la acumulación energética de ciertos procesos motrices, emocionales, intelectuales o espirituales que no saben cómo distribuirse y repartirse adecuadamente para poder organizarse y no dañar al organismo.
El régimen geométrico de la acumulación permea en todas las escalas posibles de nuestra sociedad. En lo económico, se busca la mayor acumulación de capitales y la menor pérdida. En lo arquitectónico, la forma que prevalece en las ciudades es el cubo. Personas "cúbicas" que acumulan libros que no leen, recuerdos de antaño, cosas inservibles, cacharros abandonados. Tan sólo repasemos la cantidad de cosas que guardamos en nuestras casas y que jamás le hemos dado uso (y quizá ni lo haremos). La acumulación de objetos nos brinda la falsa ilusión de sentirnos protegidos, anclados al pasado.
También acumulamos emociones y pensamientos inservibles y obsoletos en la psique. ¿Cuántas personas hay que continúan creyendo que las enfermedades son generadas por un "virus" que viene desde afuera a atacarlos? Hay quienes no logran concebir que vivimos en un campo fractal, en un universo toroidal, donde el afuera y el adentro no están separados como pudiéramos llegar a pensar. ¿Qué se utiliza a nivel mundial para fomentar está ilusión?
Todos los medios posibles. Pero más allá de los medios que se utilizan, se fomenta una ideología, es decir, aún utilizando todos los medios para crear esta ilusión, si no fuera por la base psicológica en la que está sustentado el neoliberalismo, no se podría crear dicha ilusión. ¿Cuál es esta base psicológica? La acumulación o, peor aún, la distribución caótica, sea de información, de emociones o de impulsos sexuales.
De cierta manera, los sistemas de vida antinatural buscan que acumulemos conocimiento, que seamos tacaños y ariscos con él. Que acumulemos dinero, posesiones, riqueza, pobreza, fama, estatus, poder, espiritualidad, emociones, enfermedades y un largísimo etcétera. En la Edad Media, y a veces no estamos muy lejos de ella, se vendían bonos para ganarse el Cielo. Hoy en día, se venden todo tipo de prácticas y meditaciones para trascender el cuerpo físico, ganarse el Nirvana, llegar a donde otros no han llegado. Y por lo general, todo esto es oculto, siempre misterioso. Los "iniciados" son iniciados porque han acumulado muchos méritos, porque están cosechando lo que han sembrado. Nada más ingenuo e ilusorio. La iniciación o Iluminación de profetas y gurús no ocurre por su acumulación, sino por el siguiente paso, la siguiente ley: la distribución. Es la vía húmeda del Tarot que sucede por transmisión inmediata de vida, en contraste con la vía seca, que implica un incesante y paulatino trabajo, que puede o no, culminar en la meta elegida. De hecho, la gran diferencia entre ambos caminos es el desapego al resultado: doy lo mejor de mí, doy mi Ser en cada acto, emoción o palabra, y genuinamente no espero nada a cambio; me desprendo del control por el resultado, dirijo sin control, direcciono sin esfuerzo, habito mi centro en el torbellino de la vida. Centro mi fuerza en la irradiación y, si el resultado es acorde al deseo primigenio, qué bendición, pero si no lo es… ¡también qué bendición!
Las escuelas que siguen el principio de acumulación son aquellas que creen que el conocimiento es de unos pocos y que no le pertenece a toda la humanidad. Creen que hay que hacer méritos e ir ganando, poco a poco, los niveles de conciencia o de conocimiento; el desarrollo es burocrático y está sometido al ejercicio del poder, a una estructura jerárquica impositiva; el alumno es eso, un a-luminus, un ser sin luz al que el superior tiene que iluminar, enseñar y guiar. El alumno necesita de un maestro y el maestro del alumno. No puede avanzar el uno sin el otro, ya que, cuando el maestro avanza, tiene que dejar a alguien en su lugar. Y es él quien decide quién se queda en ese espacio.
Es el juego del poder cúbico. Son las escuelas iniciáticas que guardan sus secretos hasta la tumba y prefieren, algunas veces, morir con ellos en lugar de darlos a la humanidad. Dicen que abrir el conocimiento a los no iniciados puede llegar a ser peligroso. Nada más peligroso que compartir lo que han acumulado, sostienen. Para compartirlo, disponen de redes de sociedades secretas que, con base en códigos complejos, van encriptando la información. El alumno dedica toda su vida a descifrar esos códigos y por el esfuerzo que le costó y el empeño que hubo que poner en ello, no lo compartirá, a menos que otra persona haga un esfuerzo similar al suyo y sane su ego herido. Son las escuelas donde existe un gurú sabelotodo, poderoso e intocable y un grupo de personas que, carentes de identidad, se entregan a continuar inflando el nutrido ego del supuesto maestro.
Es el pensamiento de colmena, el pensamiento colectivo, no de individuos reunidos, sino de monopolio de conciencia, por lo general con un bajo nivel de fractalidad, es decir, con un sistema de pensamiento único, el ejercicio de sólo un tipo de sexualidad, una forma de vivir las emociones o una dieta estricta y única. La baja fractalidad ocurre por una falta de asimilación de las diferencias. Esto sucede en cualquier sistema de vida, sea en las artes ocultas del misticismo o de la Ciencia, de la Religión o la Medicina, de la Filosofía, la Psicología o cualquier otra. No importa el credo, la postura es la misma: acumular y no permitir que la información fluya libre y ordenadamente.
Veamos ahora algunos aspectos constructivos y destructivos de la filosofía hexagonal. Un aspecto positivo de ello podría ser que se aseguran los medios de acumulación de la información, que el alumno cuenta con un tutor que lo confronta y enseña. El estudiante tiene a quién referirse y no necesita voltear a verse a sí mismo, pues siempre habrá un maestro que le entregue, dosificadamente, el conocimiento, dependiendo de la evaluación que se haga de su crecimiento. El desarrollo de la voluntad, el temple, la obediencia y la disciplina son aspectos invaluables de este nivel geométrico. El desarrollo del egoísmo, la manipulación o la adoración podrían llegar a ser aspectos destructivos de esta postura. La ley de acumulación o contención permite crear estructuras sólidas y firmes en tanto se busque la finalidad de conciencia de "colmena". Las abejas, como cualquier ejército, utilizan redes jerárquicas hexagonales para construir sus panales, hablando de este criterio. Su organización es jerárquica y permite la suma especialización de funciones. En la abeja reina existe toda la información de la colmena y de los ríos de magnetismo de la tierra donde está ubicada, para indicarle a las obreras cómo moverse en el campo.
El individualismo y no la individuación es el valor del neoliberalismo, del capitalismo salvaje, del sistema de pensamiento-emoción-acción que rige en el planeta. Quienes habitan esta geometría piensan que poco importa el daño que haga al medio ambiente o cuántas personas mueran, siempre y cuando el valor de mercado se mantenga al alza y no se disuelva en su único valor real: la ilusión de seguridad. Pues, ¿qué puede ser seguro en esta vida? Sólo el cambio.
8.6. SEXTA LEY. Ley de Distribución: Pentaflor
Como ya hemos adelantado, después de la ley de acumulación continúa la ley de distribución. Esta ley está basada, geométricamente, en la Pentaflor. Esta última es la imagen de poder más acabada de la Geometría Sagrada. Refleja la vista superior de la molécula dodecaédrica del ADN y es una imagen que nos sirve para generar punto de implosión y ordenar la energía, las ondas y la materia de manera armónica. Es un símbolo construído con diez espirales doradas ordenadas sobre un pentágono. Su base matemática, como visto en capítulos anteriores, es la secuencia numérica Fibonacci o la secuencia de la vida. Si graficamos esta ley observamos que, a partir de cuadrados, vamos construyendo una red dorada que sale del vacío y regresa a él. Hay muchas personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte que reportan ver un túnel y que se sienten atraídas por el fondo del túnel. En el momento de la muerte, tu memoria tiene que pasar por la ley de distribución y escoger aquello que resuene con la vida. Es como un filtro que decide qué es aquello que puede ser distribuible y aquello que no lo es.
Las escuelas de conocimiento basadas en el principio de la distribución son enseñanzas no herméticas, expuestas y abiertas. Se conocen sus fines, principios y medios, no operan en base a jerarquías, sino que se organizan en base a redes, donde cualquier miembro del grupo puede tener acceso a cualquier otro. No hay un maestro, gurú o sabelotodo que dirija institución alguna pues el conocimiento y las experiencias están disponibles para todos. No es que esta ley sea ideal. La ley hexagonal de la Flor de la Vida y la ley pentagonal en la Pentaflor tienen sus propias características. Por ejemplo, en las escuelas de enseñanza pentagonal, al no haber un guía, el estudiante puede perderse en sus propias fantasías sobre el trabajo interior. Al estar basado en el valor de la autodeterminación, autosustentación, autodirección, el maestro utiliza la mayéutica para formular sus aseveraciones y direccionar el camino. No hay recetas para llegar a ningún lugar. De hecho, no hay lugar alguno a dónde llegar. Sólo se comparte y se busca hacer que el conocimiento esté disponible para la mayoría, para enriquecer entre todos un corpus teórico-práctico.
En este proceso, lo que puede ocurrir es que no se comprenda que el conocimiento está cifrado en distintos niveles de codificación. Al provenir de sistemas jerárquicos, existen también niveles de interpretación de acuerdo al grado del iniciado. Por ello, el conocimiento, que puede llegar a ser muy técnico y críptico, al llegar a las manos de cualquier persona que no ha tenido todo el proceso de desarrollo, genera una interpretación completamente errónea sobre determinado código. Aunque el código de la Geometría Sagrada nos pertenece a todos, la ley de distribución no permite que se solden vínculos a largo plazo. Algunas de las características destructivas de esta ley es que se puede generar, entre las personas o los elementos de la red, cierta desconfianza y recelo, pues puede llegar a no haber un reconocimiento por el trabajo del otro, ya que se parte de la base que todo es de todos. Incluso se puede llegar a la falta de solidez y compromiso en los proyectos que se busca realizar. El compromiso es con el propio individuo, y se busca crear una red de individuos que compartan y distribuyan libremente sus experiencias e información. En este nivel, la responsabilidad, la habilidad para dar una respuesta, le pertenece a cada quien.
En suma, a lo largo de los tiempos y en resonancia con la ley de acumulación y la ley de distribución, han existido dos grandes corrientes que dominan el quehacer del ser humano: el ocultismo y la libre enseñanza. Sin importar la filosofía, el sistema de pensamientos o de creencias, se puede adoptar la postura hexagonal, como la Flor de la Vida, y tener la tendencia a acumular o, por el contrario, adoptar la Geometría de la Pentaflor y distribuir el conocimiento. Pero, ¿qué estructura biológica resume todas estas leyes? Aquella que ha sido capaz de ordenar la energía proveniente de los rayos solares y cósmicos y convertirla en formas de vida, en información viviente. En formas que son capaces de transformarse y transformar el ambiente. Este dispositivo es el código de la vida: el ADN.
El ADN o ácido desoxirribonucleico es un ácido nucleico compuesto de dos cadenas polinucleotídicas que se disponen alrededor de un eje central formando una doble hélice, capaz de autorreplicarse y codificar la síntesis de ARN. El ácido nucleico funciona como soporte físico de la herencia en el 99% de las especies. La molécula, bicatenaria, está formada por dos cadenas antiparalelas y complementarias entre sí. Su unidad básica, el nucleótido, consiste en una molécula del azúcar desoxirribosa, un grupo fosfato, y una de estas cuatro bases nitrogenadas: adenina, timina, citosina y guanina.
Las siete leyes de Psicogeometría las vemos reflejadas en el ADN de la siguiente manera: por el átomo de hidrógeno que une los pares de bases nitrogenadas, discurre el vacío, en una onda que es capaz de moverse más rápido que la velocidad de la luz. La estructura del ADN es un rectángulo en el centro de donde se adhieren moléculas de fosfato hexagonales y, luego, moléculas de azúcar pentagonales. El movimiento del ADN en el núcleo celular busca ser un movimiento toroidal donde se implote/explote la información del medio ambiente. El ADN es visto como un dispositivo de transmisión y recepción de información capaz de autodirigirse y de "ver" a través del espacio y el tiempo.
8.7. SÉPTIMA LEY. Ley de Fractalidad
La última ley, la de fractalidad, nos dice que la suma de todas las partes se encuentra contenida en cada una de las partes. Repasando lo expuesto en capítulos anteriores, un fractal es un patrón o forma geométrica construida con tales partes y proporciones, que en su conjunto, son idénticas al patrón total. Aunque se asocia la creación de fractales a modelos matemáticos, el universo en su conjunto es un fractal.
Un fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica se repite en diferentes escalas y, en muchos casos, los fractales pueden ser generados por un proceso recursivo o iterativo, capaz de producir estructuras autosimilares independientes de la escala específica. Los fractales son estructuras geométricas que combinan irregularidad y repetición de estructura. Aunque muchas formas naturales tienen estructuras de tipo fractal, un fractal matemático es un objeto que tiene, por lo menos, una de las siguientes características: tiene detalles en escalas arbitrariamente pequeñas, es demasiado irregular para ser descrito en términos geométricos tradicionales, tiene autosimilaridad exacta o estadística y puede ser definido de forma recursiva.
El problema con cualquier definición de fractal es que existen objetos que uno quisiera llamar fractal pero que no satisfacen ninguna de las propiedades anteriores. Por ejemplo, fractales de la Naturaleza como nubes, montañas y vasos sanguíneos tienen límites inferiores y superiores en detalle; no existe un término preciso para "demasiado irregular"; existen diferentes maneras para definir "dimensión" con valores racionales; y no todo fractal es definido recursivamente. Los fractales estocásticos están relacionados con la teoría del caos. En efecto, los fractales, como los seres vivos, satisfacen la mayor parte de las propiedades de la lista, pero algunos de ellos carecen de alguna de las características y, sin embargo, entran en la categoría correspondiente.
Algunas de las fórmulas matemáticas para la creación de fractales son: Mandelbrot, Julia, Lindenmayer, Halley, Quaternion y Biomorph. En 1993, el investigador estadounidense M. Theroux incorporó el valor de phi en la creación de fractales, con ayuda del software Fractint 17.2, y esto le permitió reproducir en realidad virtual, algunos procesos biológicos. En este proceso logró incorporar la creación de autosimilaridades (proceso que, al mismo tiempo que conserva la forma original de la especie, le permite evolucionar para que pueda interactuar con su medio ambiente).
Los patrones fractales han sido encontrados en el flujo del tráfico, en la música, en la cardiología, en la electrónica, en la meteorología, etc. Todos los fractales están hechos de retroalimentación positiva sin importar el medio. No son estables ni estáticos. Se balancean en el filo del caos. Un mínimo contacto y pueden volar en giros atrevidos, al igual que un fuerte tirón puede no moverlos. La predicción no está asegurada y, por supuesto, los deterministas se sienten incómodos con los fractales. El universo consiste en una serie de cuerpos espirales de tamaño diminuto, cada uno hecho de la eyección de plasma y modulado por un efecto espacial Coriolis: un universo fractal rotativo, comenta el investigador estadounidense H. Colin.
Gracias al advenimiento de la Geometría de los fractales, varias ciencias particulares pueden hoy tomar sus conceptos y aprovecharlos en sus respectivas áreas de conocimiento. Está surgiendo de este modo una compleja matriz científica que puede servir para hacer de soporte a todas las ciencias particulares, una suerte de Ciencia Madre. Las ciencias sociales, por ejemplo, pueden utilizar muchos conceptos abstractos de los fractales y de la teoría del caos, proponiendo nuevas teorías o profundizando en las clásicas, pero enriquecidas por el nuevo paradigma.
K. Marx realizó intuitivamente el análisis fractal de la economía política, estudiando la mercancía como la pieza raíz (la ecuación fundamental), de la cual se obtenía el "árbol" completo de la sociedad capitalista. En ese sentido, Marx veía el germen del sistema capitalista en su partícula económica celular, la mercancía, mínima expresión de la cual emanan todas las contradicciones sociales que luego se iteran a través de todo el sistema, preñándolo de su esencia contradictoria. La mercancía es la quintaesencia de la sociedad en la que vivimos. Un sistema simple (la mercancía) repercute (recursividad) y se despliega de tal forma que termina siendo un sistema complejo que es cualitativamente diferente de la partícula que le dio la información.
Si el aleteo de una mariposa en Pekín puede desencadenar un huracán en Miami, como postula la Teoría del Caos, ¿no puede una crisis económica repercutir en todo el sistema? Vemos confirmar esta teoría en las crisis que generan ciertas economías particulares (nacionales) sobre el conjunto de la economía mundial. De cualquier modo, una extrapolación demasiado esquemática de la geometría fractal a las ciencias sociales será siempre una utopía, ya que la sociedad no es una abstracción matemática.
En las matemáticas priman los entes estáticos, ideales: los números. Con una ecuación sumaria, o parámetros fijos, una computadora puede deducir una estructura, como pasa en el caso de las imágenes digitales que representan ecuaciones fractales. Sin embargo, una sociedad no puede hallar una ecuación sumaria que genere una estructura determinada, por el simple hecho de que los pilares de una sociedad son más elásticos que simples coordenadas ideales. Entonces se da lo que la teoría del caos denomina sensibilidad extrema a los estados iniciales de un proceso, que pueden redundar en cambios drásticos.
De este modo, en las ciencias sociales priman los elementos móviles, la sociedad en un movimiento incesante. Sin embargo, el análisis del "ADN social", o sea, todas sus tendencias internas de desarrollo, pueden ser estudiadas siguiendo los parámetros de esta teoría, que no es otra cosa que una teoría integral del desarrollo, del devenir. Dicho de otra manera, es una forma novedosa que puede tomar el método dialéctico que funda Marx, sobre la base de Hegel y Heráclito.
La ciencia tiene la predicción como uno de sus usos. Predecir determinadas leyes que se cumplan a cabalidad, con lo que el futuro sería previsible desde la razón. Muy diferente a la predicción esotérica, este tipo de predicción científica se da con base en el estudio de las condiciones iniciales de un fenómeno. Allí se trata de observar sus principales tendencias vitales que se cristalizan en un tipo de desarrollo. Dos ejemplos: Newton, con su teoría de la gravedad, estableció leyes que permitieron resolver y predecir fenómenos que antes eran imposibles de estudiar. Otro ejemplo lo tenemos con el avance de la Biología Genética, ya que, con el estudio del genoma humano, lo que se está tratando de hacer es obtener las leyes que rigen el desarrollo del ser humano.
Marx también estudió otras ecuaciones sumarias que engendraban a la estructura capitalista mundial. Una de ellas era la propiedad privada de los medios de producción. Estudiando esta forma legal de cómo se relaciona la sociedad, halló cómo se desarrollaría este fenómeno histórico. Y llegó a la conclusión de que la propiedad privada tendía al monopolio, a lo que hoy llamaríamos fusión de empresas. Pero no pudo determinar exactamente el porvenir del sistema, ya que el capitalismo no tiene un ADN que permita predecir con exactitud su desenvolvimiento diacrónico, histórico. Por ello, las ciencias sociales se baten entre las ciencias duras y las blandas. No llega a ser una "ciencia dura" por esta imposibilidad de hallar leyes precisas, como en el caso de las ciencias exactas, pero puede hallar leyes elásticas, que acerquen al objeto de estudio sin renunciar a la ciencia. El método que puede servir para ello es la teoría del caos y los fractales.